En un encuentro clave para las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se reunió con el presidente electo estadounidense, Donald Trump, en Mar-a-Lago, Florida. La reunión, que se dio tras las amenazas de Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones canadienses y mexicanas, estuvo marcada por discusiones sobre comercio, seguridad y defensa.
Durante las tres horas de diálogo, ambos líderes abordaron temas de alto impacto, como la crisis del fentanilo, la seguridad fronteriza y la situación en Ucrania. Trudeau calificó la conversación como «excelente», destacando su optimismo respecto a la resolución de las tensiones comerciales. Según el primer ministro, los aranceles propuestos perjudicarían tanto a las industrias canadienses como a las estadounidenses, considerando el volumen de intercambio diario entre ambos países, que asciende a más de 3.600 millones de dólares canadienses.
El mandatario canadiense estuvo acompañado por su ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, y su jefa de gabinete, Katie Telford. Por parte de Estados Unidos, participaron miembros clave del equipo de transición de Trump, incluidos Howard Lutnick, nominado para secretario de Comercio, y Mike Waltz, asesor de seguridad nacional designado.
Esta reunión refleja los esfuerzos de Trudeau por mantener una relación constructiva con la nueva administración estadounidense, asegurando que los intereses compartidos de ambas naciones prevalezcan. Canadá sigue siendo el principal destino de exportación para 36 estados estadounidenses, reforzando la importancia de preservar la estabilidad comercial entre los dos países.
Con esta reunión, ambas naciones buscan evitar una guerra comercial que podría tener efectos adversos en sus economías y mantener un diálogo abierto para abordar desafíos conjuntos en comercio, seguridad y política internacional.