En un movimiento que intensifica las tensiones en el conflicto entre Rusia y Ucrania, Moscú lanzó un misil balístico experimental contra la ciudad ucraniana de Dnipro. Este ataque ha sido calificado por expertos como una grave escalada en la guerra que ya lleva más de un año en curso.
Detalles del ataque
El misil, identificado como un prototipo de alcance intermedio y con capacidades avanzadas, fue disparado desde la región rusa de Astracán, a más de 700 kilómetros del objetivo. Inicialmente, se especuló que el ataque involucraba un misil balístico intercontinental (ICBM); sin embargo, fuentes oficiales confirmaron que se trató de un arma de alcance intermedio experimental.
Junto con este misil, Rusia también utilizó un misil hipersónico Kinzhal y lanzó siete misiles de crucero Kh-101. Las fuerzas de defensa ucranianas lograron interceptar y derribar seis de ellos, limitando los daños en infraestructuras críticas. Según informes preliminares, el ataque no dejó víctimas ni daños significativos, aunque se dirigió contra empresas e instalaciones estratégicas en Dnipro.
Reacciones internacionales
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó el ataque, calificándolo como una «grave escalada» en el conflicto. Además, instó a la comunidad internacional a reaccionar enérgicamente ante el uso de armamento experimental por parte de Rusia.
Por su parte, el gobierno ruso, a través del presidente Vladimir Putin, justificó la acción como una respuesta a lo que considera «provocaciones occidentales», señalando específicamente la autorización de Estados Unidos y Reino Unido para que Ucrania utilice armamento avanzado en ataques dentro de territorio ruso.
Implicaciones globales
Este incidente aumenta las preocupaciones sobre una posible ampliación del conflicto, ya que implica el uso de tecnologías militares avanzadas y podría ser un precedente peligroso en el uso de armamento experimental en guerras modernas.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo este tipo de acciones podrían desestabilizar aún más la región y llevar a un enfrentamiento directo entre Rusia y los países aliados de Ucrania.
Con este ataque, el conflicto en Ucrania entra en una fase aún más incierta, donde la intervención diplomática y la condena internacional serán clave para intentar evitar una mayor escalada militar.
