A diferencia de otros pueblos recuperados con más facilidad en esta contraofensiva, los combates en la ciudad de la provincia de Zaporizhzhia duraron unas tres semanas y Moscú utilizó un gran número de tropas para defenderla.
Ucrania confirmó el lunes la liberación total de Robotyne, en la provincia de Zaporizhzhia, lo que según numerosos analistas supone un avance clave para las aspiraciones ucranianas de llegar hasta el mar de Azov y partir la línea del frente en dos para dejar aisladas a las tropas rusas de ocupación en Crimea y Kherson.
“Estamos relativamente cerca de romper la principal línea de defensa rusa”, dice a Efe en el coronel en la reserva del Ejército ucraniano Serguí Grabski sobre lo que supone este éxito de Kiev.
A diferencia de otros pueblos recuperados con más facilidad en esta contraofensiva, que comenzó a principios de junio, los combates en Robotyne duraron unas tres semanas, en las que Rusia utilizó un gran número de tropas para defenderla. A juicio de Grabski, esto muestra su relevancia.
El nuevo objetivo en el punto de mira de Kiev en esa parte del frente, señala el coronel retirado, es el llamado Alto 166.
Hacerse con su control requerirá a las unidades ucranianas un esfuerzo adicional al tener que abordar este objetivo desde una posición más baja. Tomar el alto, explica Grabski, “es importante para que las tropas ucranianas puedan continuar avanzando”.
Esta colina que debe su nombre a su altitud es el punto más elevado de esta zona de la línea de contacto, lo que daría en lo sucesivo a los ucranianos la misma ventaja de fuego a la que habrán de sobreponerse para conquistarla.
El terreno en esta parte del sureste del país va perdiendo altitud progresivamente a medida que se acerca en dirección suroeste a Tokmak, a menos de 30 kilómetros de Robotyne, y después a Melitópol, el mayor centro urbano ocupado por Rusia en la provincia de Zaporizhzhia.
Sin embargo, Ucrania parece querer avanzar hacia Tokmak y Melitópol, por lo que la orografía jugará a su favor si consigue hacerse con la colina de 166 metros.
Además, los dos próximos nombres con que el público habrá de familiarizarse son Novoprokopivka, unos seis kilómetros al sur de Robotyne, y Verbove, una veintena de kilómetros al este de la mencionada localidad liberada.
Para ello el coronel de la reserva explica, que las fuerzas ucranianas se acercan simultáneamente a esas dos zonas situadas en direcciones distintas, en una muestra más de su estrategia de aplicar presión en puntos distintos de las líneas rusas para obligar al enemigo a dispersar recursos defensivos.
“La idea es agotar las reservas rusas, porque aunque pueden crear muchas líneas defensivas y diseñar obstáculos como campos de minas y trincheras, sin tropas y sin líneas de suministro y apoyo no serán capaces de defenderlas”, dice Grabski.
Para finalizar, la eficacia con la que Ucrania consiga desgastar a las defensas rusas dependerá el momento de la puesta en combate de los “batallones de tanques” y unidades “mecanizadas” que “por ahora permanecen en la reserva”.
“Estamos hablando de entre cinco y siete brigadas que están preparadas para llevar a cabo estas acciones ofensivas”, dice el exmilitar.