Internos del penal Neza-Bordo aseguran que son víctimas de extorsión y que deben pagar al menos 10 mil pesos mensuales para permanecer con vida y evitar ataques, incluso sexuales.
Familiares de internos de dicho penal, ubicado en el Estado de México, denunciaron extorsiones dirigidas por el interno Fabián Torres Velázquez mejor conocido como El Adrián y por parte del comandante de custodios Miguel Ángel Ojeda Guzmán.
El joven aseguró que después de que el gobierno del Estado de México emitiera un comunicado afirmando que los videos de las agresiones a internos que se salieron a la luz a través de redes sociales eran falsos, la casa de la familia de uno de ellos fue balaceada.
“Es absurdo que el gobierno se atreva a decir ante todos que son montajes, porque ahí están las pruebas, el domingo que empezó a salir a la luz todo esto, entró una comitiva de la CNDH, vinieron y estuvieron revisando y al final El Adrián, burlándose , dijo que ya se la habían pelado y la impunidad sigue”, indicaron.
Después, asegura, “siguieron a una familia hasta Chimalhuacán y balacearon su casa”.
Las amenazas no lo son todo, los golpes e incluso el abuso sexual que ocurre por no pagar las cuotas que van desde los 500 a los 3 mil pesos semanales, es algo que ocurre todos los días.
“El viejo los manda traer en la noche a la cocina, pinche viejo hijo de su puta madre los viola. Han dicho aquí sus matones, que le entran con el subdirector de Control Penitenciario, el Dr. Palma” señala el interno.
De acuerdo con el relato del joven y su madre, las familias gastan un promedio de 10 mil pesos mensuales entre la cuota de protección y los sobornos que se tienen que entregar en los filtros de entrada en cada visita.
Las madres tienen que ingresar con un fajo de billetes con denominación de al menos 50 pesos e ir repartiéndolos hasta llegar a sus hijos.
Las custodias les cobran por no desnudarlas y obligarlas a realizar sentadillas, otros les piden comisión por ingresar agua o alimento, el piso también se paga.
“Que le diré, 10 mil pesos mensuales, tengo ya deudas con mis familiares, con el banco, porque es algo que no se puede sostener económicamente pero, ¿Qué hago dejar a mi hijo que lo golpeen, hasta que lo violen? Por visita tenemos que pagar las bancas que ocupamos, esas que son de concreto que se supone es parte del mobiliario, son 50 pesos y si son días festivos es el doble; si no nos queremos sentar en las mesitas también tenemos que pagar el piso, a mi no me alcanza ¿Usted cree que gano 10 mil pesos mensuales? Por supuesto que no” relata la madre de otro interno.
Muchos de los procesados nunca tienen acceso a una defensa, lo costos de un abogado sobrepasan los ingresos que la familia de un interno puede tener. Muchos de ellos se hacen a la idea que nunca saldrán de la cárcel y por falta de pago ante las cuotas, sus familias dejan de visitarlos.
“Que me escuche el Presidente, con eso de la austeridad que se dé cuenta que todas esas personas corruptas que tiene hasta arriba siguen con ese poder”, señala entre lagrimas la madre de un hombre que desde hace más de siete años no ha logrado tener sentencia.