Llámelo, si quiere, la ley de las consecuencias no deseadas, pero los brazaletes “OneLove” que la FIFA prohibió en el Mundial de Qatar 2022 se están vendiendo como pan caliente.
El gafete, que envía un mensaje de tolerancia, conexión y oposición a toda forma de discriminación, han estado en el punto de mira desde que la FIFA amenazó a varios capitanes de equipos europeos con tarjetas amarillas si lo llevaba puesto para apoyar a los miembros de la comunidad LGBTI+ en Qatar, donde la homosexualidad es ilegal.
Ahora, la empresa que fabrica los brazaletes en la ciudad neerlandesa de Utrecht reveló que se han agotado, tras enviar 10 mil, la mayoría en las últimas dos semanas.
El gran auge se produjo con la llegada del Mundial y, sin duda, con la declaración de la FIFA de no permitir estos brazaletes de capitán en el campo.
a demanda de los brazaletes, que se lanzaron originalmente en 2020 como parte de una campaña de inclusión de la Real Federación Neerlandesa de Fubol (KNVB), había sido sólo “regular” hasta este verano boreal, dijo Heerkens.
El diseño presenta una bandera arcoíris en forma de corazón con un número 1 en el centro, rodeado por el texto “OneLove” a cada lado y las palabras que “el futbol conecta” en cursiva debajo.
La campaña de la KNVB se opone a la discriminación por motivos de raza, color de piel, orientación sexual, cultura, fe, nacionalidad, género, edad y “cualquier otra forma de discriminación”.
El impulso inicial llegó cuando los capitanes de las escuadras de Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, Francia, Alemania, Noruega, Gales, Suecia y Suiza decidieron utilizarlas.
Ahora la demanda viene de todo el mundo, desde consumidores que quieren “tener el brazalete y hacer una declaración, hasta el Parlamento Europeo, que acaba de pedir 500 unidades”, dijo Heerkens.
Los brazaletes tienen un precio justo por encima del coste de fabricación, 4,99 euros (100 pesos mexicanos). Un nuevo lote de 10 mil se venderá en la tienda web de la KNVB y en Voetbalshop.nl cuando esté disponible.