El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha dado luz verde para la producción en serie del misil hipersónico Oreshnik, una potente arma balística de alcance medio capaz de cubrir distancias de entre 3,000 y 5,500 kilómetros. Este desarrollo representa un avance significativo en el arsenal militar ruso, especialmente por su capacidad de eludir sistemas de defensa actuales.
Putin destacó que el Oreshnik no tiene rival en términos de interceptación, lo que lo convierte en un componente clave para la estrategia de defensa y disuasión de Rusia. Además, el mandatario subrayó la necesidad de seguir probando el misil en condiciones de combate real, en línea con los desafíos que enfrenta el país.
El misil Oreshnik ya fue empleado en un reciente ataque contra la ciudad ucraniana de Dnipró, en respuesta a bombardeos con misiles occidentales. Este despliegue marca un momento crucial en el conflicto entre Rusia y Ucrania, además de generar preocupación en la comunidad internacional por el incremento en la sofisticación de los armamentos utilizados.
Con esta decisión, Rusia refuerza su posición como una potencia militar avanzada, a la vez que plantea nuevos retos para la estabilidad y la seguridad global.