Solo unas horas después de las últimas súplicas internacionales para evitar ataques en el área alrededor de la principalplanta nuclearde Ucrania, el lunes hubo nuevos informes de bombardeos rusos cerca de las instalaciones de Zaporiyia.
La localidad de Nikopol, en la orilla opuesta del río Dniéper ya unos 10 kilómetros río abajo de la planta, fue atacada tres veces durante la noche con cohetes y morteros que cayeron sobre casas, un jardín de infantes, la estación de autobuses y tiendas, dijo el gobernador Valentyn Reznichenko. La prensa ucraniana reportó que hubo cuatro personas heridas.
Los informes de bombardeos sostenidos alrededor de la planta de energía nuclear más grande de Europa destacaron aún más los peligros de una guerra que cumplirá seis mesesel 26 de agosto.
Después de que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó nuevamente a tener precaución durante una visita a Ucrania la semana pasada, el presidente estadounidense, Joe Biden, habló el domingo sobre el tema con los líderes de Francia, Alemania y Gran Bretaña.
Los cuatro líderes enfatizaron la necesidad de evitar operaciones militares en la región para prevenir la posibilidad de un accidente nuclear devastador y pidieron que la agencia de energía atómica de la ONU pueda visitar las instalaciones lo antes posible.
Sin embargo, nada parecía seguro en una guerra que ha sembrado el miedo y el malestar mucho más allá de las líneas del frente en el este y el sur de Ucrania y también en la península de Crimea —anexionada por Rusia en 2014— y tan lejos como Moscú, donde el sábado por la noche la explosión de un automóvil mató a la hija de un destacado teórico político ruso a menudo denominado “el cerebro de Putin”.
El lunes, las autoridades rusas buscaron más pistas sobre quién podría estar detrás del incidente, luego de que las autoridades dijeron que la información preliminar indicaba que la comentarista de televisión de 29 años Daria Dugina murió por un explosivo colocado en la camioneta que conducía.
Un exlegislador de la oposición rusa, Ilya Ponomarev, dijo que un grupo ruso desconocido, el Ejército Nacional Republicano, se atribuyó la responsabilidad del atentado. The Associated Press no pudo verificar la existencia del grupo. Ponomarev, quien abandonó Rusia después de votar en contra de la anexión de Crimea en 2014, hizo la declaración a la televisión ucraniana.
Las autoridades de Ucrania niegan estar involucradas.