México requiere contar con incentivos para ayudar a fortalecer la cadena producción de semiconductores, la cual se vio fuertemente comprometida por el exceso de demanda de dispositivos tecnológicos provocado por la pandemia de Covid-19 y que, de acuerdo con Intel México, aún tardará al menos un año más en restablecerse.
La formación de talento especializado, mayores inversiones en investigación y desarrollo y el mejoramiento de la infraestructura logística son algunas de las estrategias para fortalecer el plan IDM 2.0 desde México, con el fin de atraer más inversiones para este sector, de acuerdo con Isaac Ávila, director de Relaciones con Gobierno de Intel México.
IDM 2.0 es una evolución de la clásica estrategia de Integrated Device Manufacturing (IDM) o fabricación integrada de dispositivos, a través de la cual una misma empresa participa de toda la cadena de producción de dispositivos. En el caso del IDM 2.0, una empresa busca tercerizar algunos de sus procesos, a la vez que participar en la fabricación de los productos de otras empresas.
Uno de los ejemplos de la participación de México en este proceso es el centro de diseño de Intel en Guadalajara (Guadalajara Design Center), donde se realizan labores de validación y testeo de microprocesadores y otros chips, incluso de marcas distintas a Intel.
A esta labor puede sumarse, por ejemplo, el añadir talento especializado a las plantas que Intel está construyendo en Ohio, Illinois, con una inversión de 100,000 millones de dólares, debido a la cercanía entre los mercados mexicano y estadounidense y la coincidencia de
“Esto fortalece la estrategia de IDM que se está implementando en Estados Unidos”, dijo Ávila en entrevista con el Economista durante una visita al centro de diseño de semiconductores de Intel en Guadalajara, Jalisco.