Médicos de Mexicali, Baja California, realizaban una cesárea cuando el hospital se quedó sin energía eléctrica y usaron luces de celulares para alumbrarse.
Derivado de estos hechos, el recién nacido resultó lesionado en una de las orejas.
Ante ello, la familia presentó una demanda contra los doctores y contra la clínica privada ubicada en Pueblo Nuevo.