La pole position de Kevin Magnussen para el equipo Haas de Fórmula 1 en el GP de Brasil se unirá a otros logros similares en los libros de historia del deporte.
El factor común en estos casos es, inevitablemente, la lluvia, además de un equipo y un piloto que lo hacen todo bien en un día en que los favoritos no alcanzan su habitual nivel de perfección.
La buena suerte tiene que influir también, pero sería erróneo asegurar que la suerte fue el mayor factor en el logro de Magnussen este viernes en Brasil. Su equipo tomó todas las decisiones correctas, y el danés tuvo que hacer el trabajo en la pista en circunstancias difíciles.
Al tratarse de un fin de semana al sprint, hubo solo una sesión de entrenamientos antes de la clasificación, y esa falta de tiempo de preparación probablemente sirvió para nivelar las cosas. Magnussen fue 16º en la FP1, pero su compañero de equipo Mick Schumacher fue octavo, lo que sugiere que el coche tiene cierto potencial.
Magnussen terminó la difícil Q1 en un muy respetable séptimo lugar después de que todo el mundo cambiara a slicks con la pista seca, y luego repitió ese resultado en la Q2 para asegurarse un puesto en la ronda final de la clasificación. No fue una sorpresa excesiva, ya que en junio se clasificó quinto en condiciones similares en el GP de Canadá.
Mick Schumacher demostró lo fácil que es estar en la cara mala de la moneda. Tras hacer algunas vueltas más o menos buenas al principio en condiciones de lluvia, fue quizás demasiado precavido y simplemente no consiguió una vuelta lo suficientemente rápida cuando importaba al final de la Q1, y fue eliminado en la 20ª posición.
El top 10 ya era un resultado aceptable para Magnussen, pero como la lluvia amenazaban con volver en la Q3, Haas tomó la decisión crucial que le ayudaría a conseguir la pole.
El equipo quería que estuviera a la cabeza del pelotón a la salida del pitlane, para darle la mejor oportunidad posible de hacer una vuelta en una pista seca y con aire limpio por delante antes de que llegara la lluvia.
Como habían quedado últimos en el campeonato de constructores de 2021, Haas es el último equipo situado en el pitlane, y como las escuderías que están a su lado (Alfa Romeo, Williams, Aston Martin y AlphaTauri) no llegaron a la Q3, tuvieron tiempo suficiente cuando los coches empezaron a salir de sus garajes justo antes de que se encendiera la luz verde.
Eso permitió a Magnussen salir de su garaje y aparcar al final del pitlane por delante de los dos Ferrari y del Red Bull de Max Verstappen.
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El hecho de que uno de los coches de Maranello hubiera puesto intermedios (el de Leclerc) demostró lo fácil que era equivocarse en la decisión más básica en esas circunstancias.
«Sabíamos que iba a llover», dijo el jefe del equipo, Gunther Steiner, cuando Motorsport.com le preguntó sobre salir primero a pista. «¿Te arriesgas a salir en seco, o es mejor hacerlo con intermedios?».
«Esa fue la decisión, pero una vez que se tomó la decisión de ir con las gomas de seco sabíamos que teníamos que salir primeros, porque empezaba a llover, así que cuanto antes llegases al punto de la lluvia, mejor».
«Así que asumimos ese riesgo y salimos. Además, no quieres salir del garaje demasiado pronto, porque podría empezar a llover, y entonces llevas el neumático equivocado o el neumático se enfría. Así que creo que todo funcionó muy bien, porque todo el mundo pensaba lo mismo».
Magnussen tuvo que quedarse al final del pitlane durante más de un minuto mientras la temperatura de sus neumáticos se desvanecía. Con pista despejada por delante, pero sin saber si se encontraría con los primeros indicios de llovizna, se puso manos a la obra y realizó una primera vuelta perfecta para ser el más rápido.
Ferrari arruinó las esperanzas de Charles Leclerc al ponerle intermedios, y la vuelta de Sergio Pérez se vio comprometida al quedarse atascado detrás del monegasco, pero otros siete pilotos tuvieron las mismas opciones que Magnussen.
«Obviamente aprovechamos la oportunidad de ser el primero en salir», dijo Steiner. «Pero no es que los otros estuvieran una hora por detrás de nosotros, sino que estaban unos segundos por detrás».
«Creo que Kevin ha hecho un trabajo fantástico, ha dado una vuelta perfecta y no tenía ninguna referencia ni nada, estaba solo, con el circuito solo, y hay que sacarlo adelante. Creo que lo hizo en el momento adecuado».
Fue uno de esos casos en los que el equipo y el piloto rinden en perfecta armonía, y aprovechan su oportunidad.
«Si miras toda la clasificación, creo que hemos hecho muy pocas cosas mal», dijo Steiner. «Eran circunstancias muy difíciles para todos, y para el equipo, para nosotros, era complicado poner siempre el neumático adecuado. Y creemos que lo hemos hecho todo bien».
Cuando los pilotos se dirigían a la segunda vuelta, la lluvia amenazaba, pero aún existía la posibilidad de que otros fueran más rápidos que Magnussen en sus segundos intentos. De hecho, Pérez fue especialmente rápido en el primer sector con el Red Bull.
El propio Magnussen iba con la táctica de hacer una vuelta rápida-lenta-rápida, y después de cruzar la línea de meta le dijeron que debía hacer una «vuelta rápida» antes de volver a salir. Sin embargo, después de unas cuantas curvas, y tras patinar, dijo: «Ya está demasiado mojado, la clasificación se ha acabado».
Ahí preguntó en qué posición estaba, y el ingeniero Mark Slade le dijo: «Eres 1º, amigo».
«Estás bromeando, me estás jodiendo», respondió Magnussen.
Entonces George Russell se fue a la grava y provocó la bandera roja. Piloto e ingeniero se advirtieron mutuamente de que no debían celebrar la pole antes de tiempo, ya que aún existía la posibilidad de ir más rápido cuando se reanudara la acción.
Vuelve a verlo:Vídeo: el incidente que le dio la pole position a Magnussen
Sin embargo, se tardó en recuperar el Mercedes de Russell, y a medida que el tiempo de neutralización con bandera roja se alargaba, empezó a llover de verdad. A falta de 8 minutos en el reloj tras la reanudación, quedó claro que nadie iba a ir más rápido sobre esa pista mojada. La pole para Magnussen y Haas estaba a punto de hacerse realidad.
«No quiero sonar pretencioso, pero pude ver que nadie podía mejorar la vuelta», dijo Steiner. «Empezó a llover, ¿cómo vas a mejorar ese tiempo? Era bastante obvio para mí, era más bien en plan, ¿qué más puede pasar?».
«Tal vez ahora nos puedan sacar una bandera negra y naranja o algo así. Bajé y comprobé el alerón delantero y mantuve a la FIA alejada de él. Nah, es broma, no he hecho eso. Pero eso es más bien lo que uno piensa, lo que todavía podría salir mal».
«George salió, y parecía que tardaban una eternidad en sacar el coche. No quería salir del coche y demás. Pero yo estaba bastante tranquilo al respecto, porque vi el radar, y era como si durante los próximos 30 minutos fuera a llover».
Cuando se reanudó la sesión, el reloj marcaba la cuenta atrás, no había esperanza de que nadie fuera más rápido, y se confirmó la pole position de Magnussen mientras estaba sentado en el coche en el garaje.
«Obviamente, algunos dicen que hemos tenido suerte», dijo su jefe. «Pero creo que no tuvimos suerte, hicimos un buen trabajo y luego todo jugó a nuestro favor, porque estábamos en el extremo correcto del pitlane y aprovechamos esa posición. Podríamos haber esperado a ver qué hacían los demás, para no arriesgar con los neumáticos».
«Pero sabíamos lo que estábamos haciendo, y luego Kevin salió primero como he dicho antes, y tenía que hacer la vuelta sin tener una referencia ni nada. Para él era simplemente como, ‘hazlo».
¿Jugó el recientemente fichado Slade, un veterano que en su día logró muchas victorias con Kimi Raikkonen y otros pilotos, un papel clave en cómo se desarrollaron las cosas? Al menos, en el hecho de mantener la cabeza de Magnussen en el lugar correcto.
«Creo que todo ayuda», dijo Steiner. «No le daría todo el mérito a una sola persona, quiero decir que creo que todo el equipo lo hizo junto, nunca hubo ninguna duda de lo que debíamos hacer, estaba bien decidido».