Más de 20 mil personas murieron a causa del potente sismo que sacudió el lunes el sur de Turquía y el noroeste de Siria, según los balances oficiales publicados este jueves.
Según Afad, el organismo de rescate turco, se han encontrado de momento 17 mil 134 cadáveres. En Siria se hallaron hasta ahora 3 mil 162 muertos, según el recuento oficial, lo que eleva el total de decesos por el temblor de tierra a 20 mil 296.
A ello hay que sumar las pérdidas económicas, que según la agencia de calificación Fitch probablemente pueden «superar los 2 mil millones de dólares» y «podrían alcanzar los 4 mil millones de dólares o más».
Uno 23 millones de personas están «potencialmente en riesgo, incluidos unos cinco millones de personas vulnerables», según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme una grave crisis sanitaria, con enfermedades como el cólera, que causaría aún más daños que el terremoto.
Se trata de la mayor catástrofe natural ocurrida en la región desde 1999, cuando un movimiento de similar intensidad causó más de 17 mil muertos en Turquía.
Un responsable turco dijo que la catástrofe planteaba «dificultades muy serias» para la celebración de unas elecciones previstas para el 14 de mayo, en las que se espera que el presidente Tayyip Erdogan se enfrente al reto más difícil de sus dos décadas en el poder.
Con la ira latente por la lentitud en la entrega de la ayuda y los retrasos en la puesta en marcha de las labores de rescate, la catástrofe está destinada a influir en la votación en caso de que se realice.