En los últimos días, se ha producido un intercambio constante de disparos entre Israel y el grupo militante Hezbolá, en el Líbano, ofensivas que comenzaron poco después de que el grupo terrorista Hamás atacara brutalmente a Israel el 7 de octubre pasado.
Hezbolá, respaldada por Irán y considerada como una organización terrorista por países como Estados Unidos y Alemania, ha reivindicado desde entonces la autoría de varios ataques con cohetes al norte de Israel. Las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) han respondido bombardeando al sur del Líbano.
Los recientes enfrentamientos representan la escalada más grave desde la guerra del Líbano de 2006, que dejó 250 militantes de Hezbolá, más de mil civiles libaneses y unos 160 soldados israelíes muertos.
El grupo Hezbolá, que opera como partido político con más de 60 escaños en el parlamento libanés, también tiene un brazo armado que posee un vasto arsenal de cohetes y cuenta con miles de combatientes experimentados.