La marcha de este 8 de marzo en la Ciudad de México fue distinta; predominó el buen ánimo y la convivencia.

Nacional

Las mujeres que asistieron exigen ser escuchadas, que se les respete, se les tome en cuenta, que no desaparezcan, que no sean violentadas y que no sean asesinadas.

“No queremos ver ni una más, ni violentada, ni asesinada, que necesitamos cambiar radicalmente el sistema, justicia por todas las mujeres que han asesinado y no detienen al culpable. ¡Mujer amiga, escucha, ésta es tu lucha!”, comentó Alejandra Chávez, manifestante.

“Sobre todo para las personas que han sufrido en carne propia la pérdida de alguna familiar en condiciones lamentables de injusticia, de violencia, de crímenes que son impunes que el gobierno lamentablemente no apoya y que todas las mujeres de este país estamos en riesgo de no llegar a nuestra casa, de ser heridas, de ser violadas, de ser lastimadas”, aseguró una mujer.

Así lucía el Zócalo de la Ciudad de México por la mañana:

En Palacio Nacional esta vez no hubo rejas. Por primera vez se colocó un muro de vallas metálicas que protegía, al mismo tiempo, el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana.

También se colocaron vallas y una red para proteger el Hemiciclo a Juárez, en la Alameda Central.

Se retiraron vidrios y la publicidad de las estaciones del Metrobús, que se localizan sobre la avenida Paseo de la Reforma.

Desde antes de la 1 de la tarde, diversos contingentes de mujeres se preparaban para participar pacíficamente en la marcha.

Aunque la movilización principal estaba programada a las 4 de la tarde, desde horas antes, distintos contingentes salieron de diferentes sitios hacia el zócalo de la Ciudad.

La mayoría, con ropa y accesorios con los colores morado y negro, símbolos de este movimiento. En unidad.

“Poder gritar lo que nos está ocurriendo en los espacios privados, el incremento de la violencia doméstica que ha habido, que ha sido brutal, sigue habiendo un incremento de la violencia feminicida y la violencia de género en nuestra contra, es algo que hemos venido a denunciar, que hemos venido a visibilizar y que creemos que tiene solución”, dijo Sandra, del colectivo Ratio.

Miles de mujeres, de todas las edades y condiciones de salud, participaron en esta marcha. De manera pacífica y a lo largo del recorrido sin violencia.

Una mujer compartió por qué salió a marchar

“Por tanta violencia que hay y apoyando a las compañeras que andan aquí en su lucha por el bienestar de las niñas, ahora sí que no respetan ni a niñas, ni a mujeres, ni grandes, ni chiquitas”.

En distintos bloques, mujeres de distintas edades se unieron a la marcha sobre la avenida Paseo de la Reforma, con el único propósito de manifestarse, pero respetando a las demás.

La gran mayoría lo hizo gritando consignas, algunas bailando y otras exclamando justicia.

En una muestra de solidaridad, mujeres policías recibieron flores.

También hubo abrazos de las manifestantes a las mujeres policías.

Sólo algunos pequeños grupos, con el rostro cubierto realizaron pintas, rompieron vidrios. En esta marcha, fueron minoría.

Al llegar al Zócalo, golpearon las vallas metálicas, tratando de derribarlas, sin éxito.

En las redes sociales se difundió el momento en que mujeres de negro y con la cabeza cubierta intentaron romper la estructura de cristal que protege uno de los accesos de la estación Hidalgo del Metro.

Dos mujeres resultaron lesionadas. Fueron llevadas en una ambulancia a un hospital.   

“Están estables, nada más con contusiones en este momento, necesitamos radiografías y trasladarlas al hospital”, dijo un paramédico.

Así lucía el Zócalo capitalino, visto desde el helicóptero de Noticieros Televisa: había miles de manifestantes. La mayoría con ánimo de manifestarse de manera pacífica.

Alrededor de las 6 y media de la tarde, un grupo de Ateneas, de la policía preventiva, entró caminando por la calle de 5 de Mayo, desde el Eje Central hasta el Zócalo capitalino, en medio de aplausos y gritos de apoyo.

Prendieron fogatas y hubo bailes. Todo en armonía.

Sobre la calle de Pino Suárez, frente al edificio de la Suprema Corte, un grupo quitó y tiró postes de luz.

Ese grupo, intentó sin éxito y durante algunas horas, quitar o tirar las vallas metálicas que protegían Palacio Nacional y la Catedral, con el uso de aerosoles y encendedores.

También usaron sopletes o las golpeaban con martillos y diversos objetos metálicos.

Desde el interior de las vallas, se lanzó algún polvo irritante a las manifestantes; El gobierno de la Ciudad dijo que no se utilizó ningún tipo de gas, solo el extintor.

En varias ocasiones se escucharon petardos.

Por la noche, las autoridades capitalinas presentaron cerca de 300 objetos que, según se informó, aseguraron en el transcurso de la marcha. Al menos 100 de ellos, según las autoridades, eran para agredir como martillos, palos, cinceles, toletes, cadenas, tubos, aerosoles y pirotecnia.

Las autoridades capitalinas dieron el saldo de las movilizaciones.

“Estamos en el gobierno de la Ciudad muy contentos por los actos del día de hoy, hemos tenido a lo largo de este día una manifestación muy numerosa de mujeres que se han expresado de manera pacífica, calculamos 75 mil asistentes a la manifestación del día de hoy, 8 de marzo, y la inmensa mayoría de mujeres se ha manifestado de manera pacífica en esta marcha”, informó el secretario de Gobierno de la CDMX, Martí Batres.

Hubo más de 40 lesionados.

Las marchas terminaron cerca de las 9 de la noche.

Mujeres de la Secretaría de Obras barrieron con sus escobas lo que quedó en el Zócalo.

Y al final las mujeres policías abandonaron el Zócalo entre aplausos de sus compañeros policías.

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