Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón con el objetivo de llamar la atención sobre una de las pandemias silenciosas que aquejan al mundo: las enfermedades cardiovasculares.
Este tipo de padecimientos son la principal causa de muerte en el mundo. Cada año cobran la vida de 17.9 millones de personas, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En México, 226 mil 703 personas murieron de afectaciones al corazón el año pasado, 89 mil 925 más defunciones que las registradas por COVID-19.
Las causas pueden ser múltiples. Una mala alimentación y la falta de actividad física son algunos de los factores que lo detonan pero hay otro esencial y del que casi no se habla: el estrés.
¿Puede el estrés causar enfermedades cardiovasculares?
El estrés es considerado un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Cada vez más estudios demuestran una relación entre este padecimiento y las afecciones al corazón.
Una investigación dirigida por Meghan Hockey, del Centro de Alimentos y Estado de Ánimo de la Universidad de Deakin y publicada en The Corversation, descubrió que no es solo la exposición al estrés extremo lo que puede aumentar el riesgo de tener un evento cardíaco.
El estudio siguió a 195 mil 531 adultos estadounidenses durante 5.9 años. Las personas que reportaron niveles leves, moderados y severos de estrés psicológico murieron prematuramente por una enfermedad cardiovascular (generalmente un accidente cerebrovascular o un ataque al corazón).