Una joven de 18 años en Brasil fue secuestrada por su exnovio y este le tatuó su nombre en la cara tras no aceptar el fin de su relación. “Me mató por dentro”, dijo la chica. Esta es la historia.
En una entrevista otorgada el pasado lunes 23 de mayo, la joven Tayane Caldas aseguró que fue secuestrada y mantenida en cautiverio, el fin de semana previo, por su exnovio Gabriel Henrique Alves Coelho, quien le tatuó en la cara su nombre a la fuerza.
“Cuando miré, ya no era yo, no soy yo con esto aquí. Para mí, me mató por dentro, rompió conmigo con una forma de marcarme y decir que soy de su propiedad”, dijo la joven 18 años en palabras recogidas por el medio g1.
Tayane también aseguró que era víctima de violencia doméstica por parte de Alves, además de que en otras dos ocasiones el hombre ya le había tatuado su nombre, tanto en el pecho como en la ingle.
La encargada de denunciar el caso ante las autoridades fue la madre de Tayane, por lo que Gabriel Coelho fue llevado al Centro de Detención Provisional.
La joven detalló que fue el pasado viernes 20 de mayo cuando fue secuestrada y llevada a la casa de Gabriel, esto pese a que tenía una medida de protección en contra de él, donde fue torturada, agredida e insultada.
“Justo después de las agresiones, me ató los dos brazos y dijo que me iba a tatuar la cara. Lloré, supliqué. Le pedí que no lo hiciera porque me destrozaría la vida y me dijo que lo haría igualmente. Y mientras gritaba, me golpeó. Sólo vi el tatuaje terminado después y lo único que pude hacer fue llorar”, dijo Tayane.
Tras la detención, Gabriel presentó ante las autoridades un video en el que la joven habría aceptado la realización del tatuaje en la cara. Dicha versión está siendo investigada, pues Tayane argumenta que estaba siendo amenazada durante la grabación.
La historia de Tayane y Gabriel se remonta a seis años atrás, cuando se conocieron; sin embargo, comenzaron su relación hace dos años, cuando ella tenía 16.
Pese a que todo inició bien, al poco tiempo ella comenzó a ser golpeada y decidió dejarlo, pero, tras 8 meses, lo perdonó y se fue a vivir con él, siendo víctima constante de agresiones, razón por la cual lo denunció y recibió una orden de protección, misma que no fue respetada el pasado 20 de mayo, el día del secuestro que terminó con el tatuaje en la cara de Caldas.