Ernesto González fue reportado como desaparecido desde el pasado 4 de agosto en Xalapa cuando se dirigía a una reunión, a la que ya no llegó. Su cuerpo fue hallado calcinado y con huellas de tortura, por lo que podría tratarse de un caso de desaparición forzada.
Pruebas de ADN confirmaron que eran del abogado Ernesto Cipriano González los restos hallados en Carrizal, Emiliano Zapata, el pasado domingo 7 de agosto.
Esta semana sus familiares aceptaron los resultados de las pruebas realizadas por la Fiscalía General y laboratorios externos, en las que participaron especialistas de la UNAM y privados.
Sin mayores avances en las investigaciones la familia enterró el cuerpo de Cipriano González en Orizaba, de donde son originarios.
Las pruebas de ADN arrojaron un 70% de compatibilidad, pero con la comparación de huellas se pudo corroborar la identidad de la víctima.
uentes allegadas al caso confirmaron que en la carpeta de investigación se indaga una línea relacionada a un posible caso de desaparición forzada, así como la alteración de videos en los que habría indicios de los presuntos responsables.
Desaparición
El abogado de 33 años desapareció el pasado 4 de agosto, presuntamente cuando transitaba al interior de su vehículo particular en la capital del estado. Desde entonces su familia y algunos colegas acusaron al gobierno del Estado y a la Fiscalía General del Estado (FGE) de hacer un trabajo insuficiente en las investigaciones.
De acuerdo con los testimonios de la familia y la pareja sentimental de Ernesto, el abogado se dirigía ese 4 de agosto a una junta con un cliente en el despacho donde laboraba. Su pareja incluso comentó que esa noche tenían planes bien definidos para el momento de encontrarse.
En una entrevista sostuvo que habían acordado que al salir de la cita con el cliente se comunicaría con ella e irían a comer y al cine. Sin embargo, al no ocurrir así, hacia la tarde noche empezó a llamar de manera insistente a su pareja, pero las llamadas ya no eran atendidas.
Por la noche fue a la casa de su novio y no lo encontró; a la mañana siguiente, fue acompañada del socio de Ernesto y la vivienda estaba en completo orden. Para la noche de ese 5 de agosto ya la habían saqueado, utilizando presuntamente las llaves que él mismo llevaba.
El abogado no había recibido, según su familia, amenazas de ningún tipo de parte de sus clientes, con quienes veía sobre todo asuntos de carácter civil y mercantil.
La familia acusó que la Dirección General de Tránsito se negaba a entregar documentos en torno al vehículo que conducía.
Destaca que el pasado 26 de agosto la Policía Ministerial encontró el automóvil del abogado, un Chevrolet Onix 2021, durante un cateo registrado en la colonia Rafael Lucio.
Medios reportaron que, de acuerdo con autoridades ministeriales, el vehículo fue detectado a través de la señal GPS en un inmueble de la calle Manuel M. Contreras, entre Luis Hidalgo Monroy y Delfino Valenzuela.
Además, en el lugar la Policía Ministerial encontró dos automóviles más, un Mercedes Benz y un BMW con reporte de robo, por lo que se presume que se trataba de una bodega de autos robados.
Irregularidades
De acuerdo con la fuente consultada, Ernesto Cipriano González desapareció el jueves 4 de agosto y el viernes 5 de agosto su novia y un amigo acudieron a las 7 de la mañana a revisar su departamento, encontrando que el lugar se encontraba en orden.
Luego de interponer la denuncia correspondiente por la desaparición, la pareja sentimental, amigos y familiares regresaron al domicilio y se encontraron que habían sustraído pertenencias como una televisión y videojuegos.
Desde entonces consideraron que presuntamente terceros habrían ingresado para alterar el lugar con el objetivo de dar la impresión de que se habría marchado.
Afirmó que testigos refirieron que una patrulla se encontraba en la zona y rondando el departamento de Ernesto “por un buen rato”.
La pareja de Ernesto siguió acudiendo a declarar, sin embargo, los trabajadores de la Fiscalía no aceptaron la versión de los testigos respecto a la presencia de una patrulla en el domicilio de Ernesto, excusando que resultaría “peligroso” para las víctimas indirectas.
Posteriormente la Fiscalía recibió grabaciones del C4, sin embargo, en éstas no se observa a la novia de Ernesto y su amigo cuando acudieron al departamento el viernes por la mañana.
Durante 2 meses la Fiscalía no revisó los videos y los familiares optaron por no hacer más declaraciones para no entorpecer las investigaciones, pero comenzaron a recibir amenazas, siendo interrogados por terceros.
Gracias a la intervención de peritos y especialistas de otros estados fue posible corroborar la identidad del abogado debido a que su familia exigió pruebas externas.