Se trata de civiles con doble nacionalidad y las conversaciones triangulan entre Washington, Doha y la Franja, mientras el gobierno israelí se mantiene al margen aunque conoce las exigencias de la organización terrorista financiada por Irán.
Estados Unidos y Qatar negocian con Hamas una lista de cincuenta civiles capturados durante el ataque terrorista a Israel, ocurrido el pasado 7 de octubre. Los rehenes tienen doble nacionalidad y están en las mazmorras de Hamas ubicadas en los túneles de Gaza. El gobierno de Israel no participa formalmente de las conversaciones, pero conoce las condiciones que está exigiendo la organización terrorista para liberar a los secuestrados.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, y Tamim bin Hamad Al Thani, emir de Qatar, respaldan las negociaciones para obtener la libertad de todos los rehenes tomados por Hamas en el sur israelí. Y en este sentido habilitaron al secretario de Estado Antony Blinken y al canciller qatarí Sultán Bin Saad Al-Muraikhi para que encuentren un punto de acuerdo con el buro político de la organización terrorista.
El tándem diplomático Blinken-Al-Muraikhi ya logró la libertad de Judith Raanan y a su hija Natali Raanan, ambas ciudadanas de Estados Unidos, y ahora buscan ampliar los consensos con Hamas para cerrar una lista de cincuenta rehenes que están en Gaza bajo extremas condiciones sanitarias.
Hamas tiene relaciones fluidas con Qatar, que permite a sus terroristas usar la capital Doha como santuario de seguridad. Y Qatar, acorde a la información reservada que maneja la CIA, financió a ISIS cuando esa organización terrorista intentó fundar un califato que iría de Siria a Turquía.
Pero ahora el tablero internacional es diferente, y Estados Unidos y Qatar juegan juntos para lograr que Hamas suelte a la mayoría de los rehenes capturados durante su incursión terrorista en Israel. De hecho, esta organización fundamentalista liberó hoy a dos ciudadanas israelíes, tras una silenciosa negociación que protagonizaron Qatar y Egipto con el monitoreo de la Cruz Roja.
Se trata de Nurit Cooper, de 79 años, y Yocheved Lifshitz, de 85, que ya están en el paso de Rafah (Egipto) y en las próximas horas serán trasladadas a Tel Aviv. Israel conocía las conversaciones aunque durante el fin de semana negó que existiera un proceso de negociación para liberar a Cooper y Lifshitz.
Israel asegura que Hamas tiene en su poder a 210 rehenes y estos secuestrados se convirtieron en un instrumento clave de la organización terrorista para evitar que el ejército israelí despliegue sobre Gaza los 300.000 soldados que tiene apostados a lo largo de la Franja.
Biden solicitó a Benjamin Netanyahu que postergue la ofensiva terrestre hasta obtener la liberación de todos los secuestrados, y el premier israelí aceptó la posición del presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, ese acuerdo entre ambos mandatarios ha causado un debate interno con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que sostienen que ya hay que invadir Gaza para terminar con una situación política que concedió muchísimo poder a la organización terrorista.
La postura del FDI quedó desairada ante la posibilidad de lograr la libertad de 50 rehenes que negocian Washington y Doha con los jefes de Hamas. El grupo terrorista tiene una lista tentativa de 50 secuestrados -con doble nacionalidad y problemas de salud- y exige una condición básica para cerrar el acuerdo Estados Unidos y Qatar.
Hamas no tiene combustible para mover a sus tropas y a su armamento en Gaza, mientras fortalece su sistema de defensa contra la posible ofensiva terrestre de Israel. Desde esta perspectiva, el grupo terrorista permitiría la libertad de 50 rehenes, si en los próximos envíos humanitarios que coordina Naciones Unidas a través del paso de Rafah, se añade a los alimentos y al agua potable una cantidad extraordinaria de combustible.
La organización terrorista asegura que el combustible se usará para alimentar el sistema energético de la Franja, un argumento que es rechazado por Netanyahu y su gabinete de guerra, quienes consideran que se trata de una excusa para esconder el uso bélico del gasoil que entraría a Gaza bajo las narices de Naciones Unidas
Estados Unidos aceptó la perspectiva de Israel y ahora busca una diagonal con Qatar para convencer a Hamas, que por el momento continúa en las negociaciones con un ritmo más lento. La lista de posibles rehenes liberados ya está casi definida, y en DC y Doha aguardan que todo se acuerde antes que concluya el fin de semana.