La madre y el padre de un niño de 2 años que fue encontrado abandonado y cubierto en sangre estaban entre las siete víctimas de un tiroteo masivo cerca de la ciudad de Chicago, Estados Unidos.
Irina McCarthy, de 35 años, y Kevin McCarthy, de 37, murieron acribillados después de que un francotirador abriera fuego desde el techo de un edificio contra los espectadores de un desfile del 4 de julio (Día de la Independencia de EE.UU.) en la localidad de Highland Park.
Su hijo Aiden salió ileso y está siendo cuidado por sus abuelos.
Parientes y amigos han estado rindiendo tributo a la pareja McCarthy y a las otras víctimas del ataque.
Mientras su novio intentaba desesperadamente de aplicar los primeros auxilios, Silva abrazó al niño que continuamente preguntaba por sus padres.
Otros medios destacan que varias personas asistieron al menor.
Dana y Greg Ring relataron a la cadena CBS cómo encontraron al menor con una extraña que estaba «físicamente temblando, todo su cuerpo«.
«Tomamos al pequeño, lo alcé en mis brazos», dijo Greg Ring, que describió la escena del ataque como una «carnicería».
Se ha creado un sitio de recaudación de fondos -GoFundMe- para asistir a Aiden, y la cuenta ya ha acumulado casi US$2 millones en poco más de 12 horas.
El fondo, que dice estar administrado por amigos de la familia, explica que el dinero recaudado será utilizado para ayudar a «los cuidadores que estarán encargados de criar, cuidar y apoyar a Aiden«.
El fallecido padre de Aiden, Kevin, fue recordado como un «empelado ejemplar» por su jefe Joe Nolan, de la empresa Jaguar Gene Therapy, según la cadena NBC.
«Por fuera del trabajo era un padre orgulloso y un esposo dedicado que adoraba a su familia. Lo extrañaremos inmensamente», añadió Nolan.
La madre, Irina, había nacido en Rusia pero se había instalado en Chicago con su familia. Si padre le comentó al diario Chicago Sun que ella había asistido a la Universidad DePaul en esa ciudad, antes de trabajar en la industria farmacéutica.
Era hija única y su padre, Michael Levberg, la llamó «el amor de mi vida».
Añadió que los McCarthy «estaban locos por» su hijo y que planeaban tener una segunda criatura en el futuro cercano.