El fin de semana pasado la comunidad de El Bosque, en Centla, Tabasco, perdió parte de su costa, por el alto oleaje provocado por la entrada del frente frío 28; no sólo erosionó la playa, sino que incluso se llevó algunas viviendas de los pescadores.
Los 300 habitantes de esa comunidad costera vieron avanzar el oleaje constantemente, que se fue llevando primero la arena de la playa, el límite de sus terrenos e incluso algunas viviendas, que fueron destruidas.
El Bosque y otras comunidades están pidiendo ayuda de las autoridades, ante este fenómeno de erosión de la costa que ha ocurrido ya por segundo año consecutivo.
Investigadores que se encuentran estudiando este fenómeno afirman que la pérdida de playa se debe al cambio climático y a la inmensa reserva de la biosfera local, compuesta de manglares, que favorece este fenómeno.
En esta comunidad las miradas de hombres y mujeres reflejan angustia, porque el mar se está tragando sus playas, sus terrenos de cultivo y sus casas. Son habitantes de El Bosque, una pequeña comunidad de pescadores, localizada en el municipio de Centla, Tabasco, y son las víctimas más resientes del avance del mar, en la costa tabasqueña.
“Nada más de buenas a primeras veíamos que iba subiendo el mar y el mar y el mar, comiendo y comiendo y hasta lograr derribar y nosotros nada más que pedirle a dios que nos ayudara con la naturaleza”, dijo María Elena Cardosa, habitante de El Bosque, Tabasco.
Estas mujeres afirman que la tragedia de el bosque comenzó hace un año, cuando el mar empezó a avanzar como nunca lo habían visto en esta región costera, desapareciendo más de 500 metros de frente de playa y derribando más de 15 casas.
“El mar fue subiendo, fue subiendo, porque en sí norte, norte no había. Era lo que era mi casa donde tenía yo mi cuarto y sala”, dijo Verónica Beristáin, habitante de El Bosque.
“Es el calentamiento global y mucho tiene que ver con el calor del océano y tiene que ver con la expansión del agua y sí, en parte tiene que ver con el deshielo”, dijo Lilia Gama, investigadora de Ciencias Biológicas de la UJAT.
Carlos Manuel Burelo, investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, asegura que hace 125 mil años la temperatura global del planeta se incrementó más de 4 grados. Esto provocó que el mar se elevara 10 metros y se extendiera más de 100 kilómetros tierra adentro hasta los municipios tabasqueños de Tenosique y Balancán, en la frontera con Guatemala. El doctor Burelo afirma que la evidencia de lo que dice es este manglar, que descubrió en el río San Pedro, localizado a más de 140 kilómetros de la costa más cercana.
“Aquí vino el mar, se establecieron las primeras poblaciones de mangle. Se empezó a ir el mar y el mangle empezó a subir río arriba”, señaló el investigador Carlos Manuel Burelo.
El doctor Burelo apunta que lo que está ocurriendo en la costa tabasqueña, con la erosión, es la prueba de que el mar está comenzando a recobrar su nivel.
“Y cada vez vamos a tener menos territorio habitable. Desplazamiento de personas, menor área para vivir.
Es una oportunidad para entender que hubo un momento que pasó lo que se cree que va a suceder nuevamente, que los casquetes polares se descongelan y al descongelarse hacen que el incremento del mar se acelere”, señaló Carlos Manuel Burelo, investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Además de El Bosque, en Centla, también han padecido los embates del incremento del nivel del mar, las comunidades tabasqueñas de Sánchez Magallanes, en Cárdenas, y La Barra de Tupilco, en Paraíso.
“Ya no podemos vivir aquí porque ya es un peligro, no ya no, mis hijos, mi hija, ya no podemos vivir aquí”, dijo Verónica Beristáin, habitante de El Bosque, Tabasco.
En la región costera de Tabasco, más de 400 casas han sido borradas del mapa, en menos de 20 años, debido a la erosión costera provocada por el incremento del nivel del mar.