El Cártel de Sinaloa desplegó alrededor de 60 sicarios de su brazo armado de Gente Nueva y el Grupo Delta en Altar, Sonora, para intentar el rescate de Francisco Torres Carranza, el Duranguillo, quien estaba resguardado con sus escoltas por apenas 15 militares que no cedieron al soborno de 10 millones de pesos.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los operadores de los Chapitos interceptaron a la fuerza de reacción sobre la carretera al Sáric, en el entronque Boulevard Ignacio Pesqueira, donde fue detectado el Duranguilloa quien obligaron obligado a descender de la camioneta negra que tripulaba.
Como ya lo había adelantado el presidente Andrés Manuel López Obrador, el Ejército reiteró que los agentes fueron rodeados cerca de una tienda Oxxo. Ahí escucharon la oferta millonaria entre gritos y amenazas, pero los soldados se mantuvieron en espera de refuerzos.
“Con la negativa de ser sobornado, el personal militar demostró los valores militares de honor, valor, lealtad y espíritu de sacrificio, por lo que los integrantes de la delincuencia organizada escalaron a una actitud más agresiva”, indicó la Sedena.
Un video captado en ese momento mostraba como dos camionetas blancas se acercaron al para de patrullas de militares tipo pick up. Mientras alrededor de la tienda de conveniencia, a escasos 10 y 15 metros, había más sicarios fuertemente armados que clamaban fúricos por el Duranguilloy los otros tres detenidos.
“A pesar de la diferencia de efectivos, el personal del Ejército Mexicano evidenció un adiestramiento adecuado al desplegar y adoptar un dispositivo que le permitió mantener el control de la situación”, presumió la dependencia castrense.
Los uniformados estaban detrás de un coche, otros continuaban apostados en la barricada que significó el vehículo oficial, en tanto los sujetos asegurados estaban bocabajo en el piso del estacionamiento, a espaldas del Oxxo. Un militar le comentaba a su compañero que vigilara su lado izquierdo.
La Sedena destacó las operaciones del comandante que dirigió con templanza y seguridad a sus efectivos superados en número. Por cada soldado había cuatro del Cártel de Sinaloa, según datos proporcionados por la Fuerza Armada.