Afectada en sus finanzas, la aerolínea sería uno de los 11 activos operados por una nueva empresa militar.
La empresa Aeromar es uno de los 11 activos administrados por el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, S.A. de C.V., que estará bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de acuerdo con documentos filtrados por el grupo de hacktivistas Guacamaya.
Unos de los correos compartidos desde la cuenta de la Secretaría señala que la nueva empresa estatal coordinada por el Ejército operará además de la aerolínea propiedad del empresario Zvi Katz, el Tren Maya y cuatro aeropuertos internacionales, entre otros activos.
“Sí se está trabajando en eso, es la posibilidad de que se tenga un proyecto para contar con una línea aérea que maneje la misma empresa que va a tener a su cargo el Tren Maya y los aeropuertos Felipe Ángeles y el de Tulum, que ya se inició, por cierto, la construcción”, dijo el mandatario en su conferencia mañanera del martes.
De acuerdo con López Obrador, la aerolínea cubrirá rutas a las que no se puede llegar por avión porque no son atendidas por las empresas que actualmente operan, además de que, dijo, ha habido una disminución de rutas tras la salida de Mexicana e Interjet, así como la baja en las operaciones de la propia Aeromar.
Datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) indican que entre enero y agosto de este año los vuelos de Aeromar en rutas domésticas e internacionales cayeron 10 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El número de pasajeros atendidos por la aerolínea disminuyó en la misma proporción en el periodo de referencia, mientras que su competencia en el país ha mostrado cifras al alza como resultado de la recuperación del mercado tras la pandemia.
A estas bajas se han sumado los constantes emplazamientos a huelga por parte de los trabajadores de la aerolínea. El más reciente ocurrió el mes pasado, con miras a retomarlo por parte de los sindicatos de pilotos y sobrecargos la próxima semana.
Los trabajadores reclaman a la aerolínea el pago de salarios y prestaciones, a consecuencia de los problemas financieros por los que atraviesa la empresa.
Para Fernando Gómez Suárez, especialista del sector aéreo, hay dos formas en la que el gobierno puede tomar el control de la aerolínea, a través de una requisa, pero esto lo ve complicado porque sería un rescate lo cual es contrario al discurso de la 4T, o bien un embargo, pero esto se llevaría tiempo por juicios a interponer.
Avión presidencial, aeropuertos y hoteles
La Sedena no solo controlará a la endeudada Aeromar. De acuerdo con los documentos filtrados, la flota de la nueva aerolínea militar incluiría el avión presidencial Dreamliner 787, el cual iba a ser vendido y posteriormente rifado en un sorteo de la Lotería Nacional, según lo anunció el propio presidente López Obrador.
De acuerdo con el jefe del Ejecutivo Federal, el proyecto del nuevo grupo aún está en la etapa de análisis, pero lo califica como una empresa rentable.
El Ejército, que ya administra el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), inaugurado en marzo pasado, también tendrá el control de las terminales aéreas de Palenque, Chetumal y Tulum, que ya comenzó a construirse.
Pero esto, dicen los especialistas, es contrario a la Ley de Aeropuertos que prohíbe expresamente que una empresa aeroportuaria posea una aerolínea.
“Cualquier aeropuerto podría tener su aerolínea y darle preferencia de salidas, vuelos y ubicaciones, eso no se puede hacer, hacerlo esto con la empresa militar atentaría contra la libre competencia, por eso no es factible desde el punto de vista legal”, comentó Gómez Suárez.
