La Casa Blanca confirmó que el expresidente Donald Trump planea imponer aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá a partir del 1 de febrero de 2025. La medida, según la administración estadounidense, busca presionar a ambos países para que tomen medidas más estrictas contra el tráfico de fentanilo y la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reafirmó que la fecha límite para la imposición de los aranceles se mantiene sin cambios. Esta decisión ha generado preocupación en diversos sectores económicos, ya que podría desatar una guerra comercial y aumentar la inflación en Estados Unidos, afectando especialmente a la industria automotriz, que depende de cadenas de suministro transfronterizas.
Ante esta situación, la ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, tiene previsto reunirse con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, en un intento por negociar una solución diplomática que evite la entrada en vigor de los aranceles.
Por otro lado, Trump también está considerando imponer un arancel del 10% a los productos chinos debido a la supuesta participación de China en el comercio de fentanilo. Esta estrategia refleja su postura proteccionista en materia comercial, similar a sus acciones previas, como la amenaza de imponer aranceles del 50% a productos colombianos si el país sudamericano no aceptaba vuelos de repatriación de deportados.
Economistas advierten sobre los riesgos de interrumpir el comercio en América del Norte, destacando la interconexión y la relevancia de estas relaciones comerciales para la economía estadounidense. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la Casa Blanca ha reiterado que, de no alcanzarse un acuerdo satisfactorio, los aranceles entrarán en vigor conforme a lo planeado.
