El pateador novato de los Cowboys, Brandon Aubrey, nunca imaginó que jugaría en la NFL y que su primer año con los Cowboys sería histórico.
Brandon Aubrey tiene una personalidad tan natural y humilde que, quizá, ni siquiera se ha dado cuenta de lo que pasa en su vida como pateador de los Dallas Cowboys.
Para Brandon, de 28 años, patear con fuerza y meter el balón en la zona correcta ha sido la historia de su vida desde que comenzó a jugar futbol infantil y juvenil en el área Dallas-Fort Worth con los Dallas Texans, club que, desde su fundación en 1993, tiene como objetivo el desarrollo de futbolistas infantiles y juveniles.
Sí, Aubrey, de 1.90 metros de estatura, tampoco es producto del futbol de preparatorias y ni siquiera jugó futbol americano a pesar de tener el cuerpo para hacerlo. Su desarrollo fue como un gran defensa central en el futbol de clubes con una de las organizaciones más legendarias que hay, la de los Texans.
De ese equipo texano han salido jugadores de alto nivel como Clint Dempsey, Omar González y Daniel Hernández, entre otros.
Para el actual pateador de los Cowboys, simplemente se trata de patear el balón, ya sea de salida o de lugar, meter goles de campo, hazaña para un novato que cada partido alarga más su récord sin fallar para empezar una carrera en la NFL.
Brandon Aubrey, quien fue becado como jugador de futbol por la Universidad de Notre Dame y después elegido en la primera ronda del Draft de la MLS por el Toronto FC, de donde fue cortado par de años después, suma 30 goles de campo consecutivos en su primera temporada en la NFL.
“Tal vez no estaba preparado mentalmente para ese brinco del futbol colegial al soccer profesional”, reconoce Aubrey, quien viste el jersey No. 17 de los Cowboys. “Tal vez fue que nunca antes había sido profesional y hay muchas cosas en el futbol con las que debes lidiar más allá de tu talento en la cancha, pero, por algo pasan las cosas”.
La realidad es que los Cowboys consideran que haber jugado futbol le dio un talento natural inigualable a Aubrey en precisión y potencia.
“Nunca había visto un pateador o una persona que fuera tan natural como él”, destaca John Fassel, coach de equipos especiales de los Cowboys y quien ha trabajado con pateadores de renombre durante casi dos décadas en la NFL. “(Aubrey) no tiene una técnica depurada, mucho menos los mejores fundamentos. Simplemente le pega al balón como su instinto le da a entender o como ha ido aprendiendo que debe hacerlo”.
“He analizado la manera en la que (Aubrey) golpea el balón y nunca hay un patrón definido. Depende de la distancia y situación de campo”, agrega Fassel. “Hasta en su manera de mover la pierna o caer hay diferencia. Hasta Bryan (Anger, pateador de despeje y quien sostiene el balón en goles de campo) lo ha notado y está impresionado”.
En el triunfo del domingo por la noche de los Cowboys sobre los Philadelphia Eagles, Aubrey terminó con una actuación perfecta al conectar cuatro goles de campo de 60, 59, 50 y 45 yardas. Con su actuación se convirtió en el primer jugador en la historia de la NFL en conectar dos goles de campo de al menos 59 yardas en el mismo partido.
La confianza de Brandon Aubrey lo lleva a considerar que puede meter el balón entre los postes a 70 yardas de distancia.
“Yo puedo, por supuesto”, afirma Aubrey con una sonrisa. “Tal vez, al final de un partido en la primera mitad. En un caso de emergencia, veremos si se presenta la situación”.
Aubrey nació en el área de Dallas-Fort Worth, en el suburbio de Plano, vecino de Frisco, donde los Cowboys tienen sus instalaciones principales y su complejo de entrenamiento.
Como la mayoría de los jóvenes del área, Aubrey creció viendo a los Cowboys, pero jamás imaginó ni tuvo la ilusión de jugar para el equipo de la estrella solitaria.
“Yo era jugador de futbol, aún me encanta el futbol, pero cuando estaba fuera del deporte, trabajando en mi carrera, mi esposa me motivó a patear, me di cuenta que podía, contraté a un buen entrenador y aquí estoy”, relata el novato pateador.
Aubrey comenzó su carrera profesional como pateador en la USFL, donde jugó en 2022 y 2023. Fue visto por el coach Fassell a insistencia de uno de los asistentes de los Birmingham Stallions.
De inmediato, Fassel se dio cuenta del potencial del prospecto y avisó a los altos mandos de los Cowboys, que decidieron darle una oportunidad en el campamento de entrenamiento de agosto pasado, donde, antes de llegar al corte final, ya era el pateador titular.
“Los entrenadores siguen nombrando mi número, tienen fe en mí y eso me da confianza”, asegura Aubrey. “Hace tres años, estaba trabajando como ingeniero de software y practicando patadas hasta que llegó la oportunidad en la USFL. (Estoy) muy agradecido por eso y, obviamente, esto ni siquiera me lo hubiera imaginado en los más salvajes de mis sueños.
“Sólo trato de seguir adelante, porque en el deporte profesional sólo importa lo que hiciste hoy. Eso ya lo aprendí de la manera más dura cuando estaba en el futbol”, sentencia el pateador de los Cowboys.