El ex asesor de Donald Trump creó una campaña para recaudar fondos para construir el muro fronterizo, pero los utilizó para otras cosas como pagarle al director de la campaña.
Steve Bannon, el antiguo aliado y en su día principal estratega del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue acusado de lavado de dinero y conspiración por haber engañado supuestamente a los donantes de un esfuerzo para ayudar a Trump a construir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
Bannon, de 68 años, fue acusado por de dos cargos de lavado de dinero, tres cargos de conspiración y un cargo de maquinación para defraudar.
El caso surgió de lo que los fiscales han descrito como una campaña privada de recaudación de fondos por valor de 25 millones de dólares, conocida como “We Build the Wall” (Construimos el Muro), para el emblemático muro del expresidente republicano.
Según la acusación, Bannon prometió a los donantes que todo su dinero se destinaría al muro, pero ocultó su papel en el desvío de cientos de miles de dólares al director de la campaña, que había prometido no recibir ningún salario.
El jefe ejecutivo ha sido identificado en los documentos judiciales como Brian Kolfage, un veterano de las Fuerzas Aéreas que se declaró culpable en abril de cargos federales de conspiración de fraude electrónico y de impuestos, y está a la espera de la sentencia.
La acusación se refiere a algunas de las conductas subyacentes a un proceso federal de agosto de 2020 contra Bannon, que también dijo que desvió cerca de un millón de dólares para gastos personales.
Bannon se declaró inocente en ese caso, que terminó en enero de 2021 cuando Trump lo indultó en las últimas horas de su presidencia. Los indultos presidenciales no prohíben los procesos estatales.
“Stephen Bannon actuó como el arquitecto de una trama multimillonaria para defraudar a miles de donantes en todo el país”, dijo el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, en un comunicado. “Es un delito obtener beneficios mintiendo a los donantes, y en Nueva York se le exigirán responsabilidades”.
La oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, trabajó con la oficina de Bragg en la investigación. James y Bragg son demócratas que también han investigado a Trump y sus negocios.