La lucha por la igualdad y el respeto que hemos encabezado las mujeres en Veracruz es histórica y nos ha permitido ser distinguidas como impulsoras de las grandes transformaciones nacionales.
Mujeres de pueblos originarios y afrodescendientes con fuerza, entereza y valor resistieron siglos de opresión, injusticia y discriminación. Ellas abonaron a tener la sociedad que hoy somos.
En 1906, el liderazgo de Lucrecia Ortiz, obrera textil, fue determinante en la huelga de Río Blanco, que abarcó el cordón de la industria textilera en los estados de Veracruz, Puebla y Tlaxcala.
La igualdad de derechos de la mujer frente al hombre fue reconocida hace casi 70 años por un veracruzano, el Presidente Adolfo Ruiz Cortines, y con este hecho, las mexicanas alcanzamos ciudadanía plena y derechos políticos que nos permitió el derecho al voto y a ser electas en todas las elecciones populares.
Hoy que hemos avanzado en la paridad de género en la representación legislativa, somos las primeras en celebrar que haya más representación femenil en nuestra LXVI Legislatura del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, así como en las alcaldías de nuestro estado, en las magistraturas del Poder Judicial del Estado, en la titularidad de los órganos autónomos y en todos los cargos directivos de nuestra Administración Pública Estatal.
Es un hecho indiscutible que esto lo estamos viviendo como realidad en el presente gobierno estatal que encabeza el Ing. Cuitláhuac García Jiménez, gracias a una voluntad política clara de reconocimiento a nuestra capacidad, honradez y sentido de justicia que nos hace más fuertes, a todas, sin distingo de creencias, razas, ni colores partidistas.
Como mujeres no podemos asumir como nuestras las posturas personales que tratan de desvirtuar las expresiones que el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos realizó en su pasada comparecencia ente el H. Congreso del Estado, que no dañan la integridad ni asoman algún indicio de violencia política en razón de género cuando lo que se cita es un hecho real y concreto:
Si los consejeros del Organismo Público Local Electoral del Estado de Veracruz no hubieran otorgado en octubre del 2021 dos curules a las representantes de Movimiento Ciudadano por el principio de representación proporcional, la actual legisladora que se dice víctima, no hubiera accedido a su curul.
A una sola voz lo decimos fuerte:
Esto no es violencia política, es simplemente, un ejercicio de memoria.
Las veracruzanas somos solidarias cuando las causas son justas y la razón asiste.
No por capricho, oportunismo, revanchismos, ni frustraciones, es como vamos a ganar el respeto.
Sororidad sí, mezquindad política no.