La reforma electoral de México inaugura la vía inédita del pacto con la oposición

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El PAN acepta sentarse a negociar en la Cámara de Diputados una de las iniciativas más importantes para Morena.

La alianza opositora Va por México, formada por el PAN, PRI y PRD, ha aceptado entrar a la negociación de la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador. Líderes de los tres partidos del bloque en la Cámara de Diputados han asegurado este martes que no aprobarán la reforma tal como la quiere el mandatario –que, entre otras cosas, busca refundar el Instituto Nacional Electoral (INE) y cortar el financiamiento público a los partidos–, pero aceptan sentarse a encontrar puntos en común, algo inédito en los grandes cambios constitucionales del sexenio. La hoja de ruta es la creación de un grupo de trabajo que elabore un proyecto de dictamen en el que se incluyan algunas de sus demandas en materia electoral, como prohibir la sobrerrepresentación legislativa.

Tras la nueva postura del PAN, el último en salirse de la negociación, Movimiento Ciudadano (MC) se queda solo en el bando contrario. El partido naranja se levantó de la mesa de negociación y deja así la próxima reforma electoral en manos de Va por México y el aceitado bloque formado por Morena, el Partido Verde y Partido del Trabajo. La voluntad negociadora de los partidos de oposición contrasta con la cerrazón que mostraron frente a las otras reformas prioritarias para el Gobierno, como la eléctrica y la de la Guardia Nacional.

Este martes inició en la Cámara de Diputados una reunión preparatoria de las comisiones de Gobernación, Puntos Constitucionales y Reforma Político-Electoral que sirvió para que los partidos hicieran su declaración de intenciones. “Existe la disposición del PAN para que en esta ocasión nos enfoquemos en aquello en lo que coincidimos, y, por cierto, eso sería —más allá de un tema electoral—lo mejor que le podría pasar a México desde esta Cámara”, ha declarado el coordinador parlamentario del PAN, Jorge Romero, durante la reunión. Allí anunció que el interés de su partido en la reforma electoral es que se instaure la segunda vuelta presidencial, que haya elecciones primarias para la elección de candidaturas y que desaparezca la sobrerrepresentación legislativa, circunstancia que ha permitido a los partidos mayoritarios captar para sus bancadas a legisladores que originalmente habían sido electos por otra fuerza política.

El diputado Salvador Caro, de MC, advirtió de que López Obrador pretende cambios que garanticen que la sucesión presidencial quede en manos de un “títere” de Morena, calificó de farsa la negociación en comisiones, se levantó de la mesa y anunció que su partido no volverá a participar. Ignacio Mier, líder del grupo morenista y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), hizo notar que el jefe de MC, Jorge Álvarez Máynez, estuvo presente la semana pasada en una reunión donde todos los coordinadores parlamentarios aprobaron, por unanimidad, dar inicio a esta ronda de negociaciones. El PRI, convertido abiertamente en socio del oficialismo morenista, acusó a Movimiento Ciudadano de mentiroso.

—Ese acuerdo fue votado por unanimidad en la Jucopo y todos los partidos políticos estuvieron de acuerdo —dijo en entrevista con medios Alejandro Moreno, Alito, dirigente nacional del PRI y a la vez presidente de la comisión de Gobernación.

—¿Se está desdiciendo MC?

—Yo creo que sí se desdijo, incluso miente, porque yo estuve presente en esa reunión.

El coordinador del PRI, Humberto Moreira, aprovechó para criticar el problema de inseguridad en Jalisco, Estado donde gobierna Enrique Alfaro, militante de MC. “Hoy el principal enemigo que tiene la democracia es el narcotráfico y en algún momento esta Cámara tiene que hablar de eso, de cómo se influye para asesinar candidatos, para bloquear campañas, para hostigar”, ha dicho Moreira. “Qué lástima que se fue el diputado Salvador Caro, porque un ejemplo de donde hay muchos problemas es Jalisco. Yo no recuerdo si son dos o uno los municipios que no tiene autoridad, porque sencillamente las condiciones de violencia no se lo permiten”.

Alito Moreno, sentado siempre a la izquierda de Mier durante la reunión de comisiones, dijo que el INE y el Tribunal Electoral federal “son instituciones que, como todo en la vida, son perfectibles y tienen que avanzar a la modernidad y a la eficiencia”, en un guiño a la iniciativa presidencial. El dirigente priista también ha criticado el pronunciamiento del Consejo de Europa, que advirtió de que la iniciativa presidencial pone en riesgo la imparcialidad de los árbitros electorales y la credibilidad de los comicios. “Quiero ser muy claro: el PRI no permitirá ningún retroceso democrático, pero tampoco vamos a permitir que de otras latitudes donde tienen serios problemas electorales nos vengan a decir qué sí podemos hacer y qué no podemos hacer”, ha dicho. Precisamente hoy, en su conferencia matutina, el presidente López Obrador también lanzó críticas al órgano europeísta, que, según dijo, nunca antes emitió opiniones respecto de los fraudes electorales de 2006 y 2012, de los que el mandatario se ha dicho víctima en repetidas veces.

“Están preparando un dictamen que van a presentar en medio del mundial de fútbol, porque quieren ocultar la realidad”, alertó el diputado Salvador Caro, de MC, en la mesa de comisiones antes de retirarse.

En entrevistas por separado con la prensa, los coordinadores del oficialismo y del bloque Va por México se tropezaron a la hora de comunicar sus acuerdos respecto de las fechas. El morenista Mier aseguró que el proyecto de dictamen —en el que se buscará sintetizar puntos de las 107 iniciativas de reforma constitucional y a leyes secundarias que hay hasta ahora— debe estar listo antes de que concluya noviembre, plazo que coincide con la justa mundialista. Romero, jefe del PAN, comentó que él no cree que dé tiempo de que la reforma se apruebe en este periodo ordinario de sesiones. Moreira, del PRI, se hizo el desentendido y dijo que los dirigentes parlamentarios no habían acordado fecha alguna.

—No tenemos prisa para eso —ha dicho Moreira—. A mí no me pusieron ningún plazo.

—¿No han hablado en la Jucopo para cuándo? —le cuestionó la prensa.

—No. No se ha tratado ni nos hemos puesto de acuerdo.

—¿Entonces no se va a presentar el dictamen en el mundial de futbol? —le insistieron los medios.

—Ya después de lo que le pasó al Santos, ya no veo el futbol.

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