El ministro de Finanzas británico, Kwasi Kwarteng, fue destituido tras menos de seis semanas en el cargo, informó el viernes la BBC, en un momento en que los enormes recortes fiscales del Gobierno están provocando una gran agitación de los mercados financieros.
El diario The Times había informado antes de que se esperaba que Kwarteng fuera destituido.
Kwarteng se reunió con Truss en Downing Street, jefatura del Gobierno, donde se formalizó su salida del Gobierno, aunque, según la BBC, todavía se desconoce si ha sido destituido o si se trata de una salida pactada ante las presiones sufridas por el Gobierno a raíz del controvertido plan fiscal presentado por el ministro el pasado 23 de septiembre.
Su cese convierte a Kwarteng en el ministro de Finanzas británico que menos tiempo ha estado en el cargo desde 1970, y su sucesor será la cuarta persona que ocupa el puesto en la misma cantidad de meses, mientras el país se enfrenta a una crisis por el costo de la vida.
El exministro fue nombrado responsable de la economía británica hace apenas 38 días y su breve estancia al frente de esa cartera ha estado marcada mayoritariamente por la polémica que sembró su radical programa de masivos recortes fiscales, que sumieron en el caos los mercados.
Se prevé que la líder “tory” dará esta tarde una rueda de prensa sobre las 14.00 (13.00 GMT), donde podría anunciar cambios sustanciales en el programa fiscal.
Se espera que la primera ministra aclare en esa comparecencia quién reemplazará a Kwarteng y los medios locales especulan asimismo con que Truss anunciará la introducción de grandes rectificaciones en los planes fiscales.
Una de las medidas que se dan por hechas en la prensa británica es la subida del impuesto de sociedades del 19% al 25% el próximo año, algo que la jefa de Gobierno se había comprometido a no hacer.
Kwarteng había descartado ayer mismo en una declaración a los medios desde Washington que se planteara dejar el cargo pese a las turbulencias generadas por el anuncio de sus medidas económicas, que obligaron al Banco de Inglaterra a intervenir con una recompra de deuda para evitar la quiebra de varios fondos de pensiones.
El cuestionado plan de crecimiento desplomó la libra esterlina frente al dólar estadounidense y disparó el coste de la deuda a largo plazo del Reino Unido.
Desde entonces, Truss ha sufrido crecientes presiones por parte de la oposición y del seno del entorno tory para revertir o modificar sus polémicos planes.