Asimismo, la escritora calificó al Nobel como algo inmenso teniendo en cuenta sus orígenes humildes al provenir de una familia de obreros.
Tras recibir el Premio Nobel de Literatura 2022, Annie Ernaux consideró que el galardón es una gran responsabilidad que radica en seguir luchando contra las injusticias que viven a diario las mujeres.
Ernaux señaló que escribir es el acto político más importante y ha hecho de su literatura un compromiso con la defensa de los derechos de los más desfavorecidos y de las mujeres.
«Mi trabajo es político, aunque no participe en movimientos sociales o políticos. La responsabilidad es la de continuar la lucha contra todas las injusticias y contra las desigualdades que sufren las mujeres», dijo la autora francesa.
Nacida en una familia humilde de obreros, la escritora calificó al Nobel como algo inmenso teniendo en cuenta sus orígenes.
«Pienso en las personas oscuras, en mi familia. He escrito para los que han luchado mucho.
«Muchas mujeres me leen y además jóvenes, por lo que para mí es importante hablar sobre la mujer libre y con poder pues siempre ha habido una dominación masculina», explicó en conferencia de prensa en París.
El derecho al aborto
Destacó que su libro «L’Événement» (El acontecimiento, 2000), que narra de forma autobiográfica su lucha por abortar cuando era joven, ha ganado nueva actualidad con el retroceso al derecho a la interrupción del embarazo en algunos países.
«No imaginaba que 22 años más tarde el derecho al aborto estaría en entredicho. Las mujeres deben tener el derecho a elegir si son madres, es la principal libertad de las mujeres», afirmó.
«Cuando lo escribí en el año 2000, lo hice para dejar constancia, pero en esa época tuvo poco impacto. Fue gracias a la película (de Diwan) que adquirió importancia porque la imagen resulta aún más violenta que el texto», manifestó.
La escritora francesa consideró que el derecho a abortar es la «principal libertad» de una mujer, que tiene que tener derecho a decidir «si quiere ser madre».
En ese sentido, reconoció que le inquieta el ascenso de la extrema derecha en países europeos, entre los que citó Italia y Hungría.
«Hay que explicar las cosas. Históricamente la extrema derecha nunca fue favorable a las mujeres», concluyó.
