El comunicador Alex Jones, famoso por difundir teorías de la conspiración, fue condenado a pagar 4.1 millones de dólares a los padres de un menor asesinado en la masacre de Sandy Hook en 2012.
Alex Jones fue encontrado culpable por afirmar falsamente que el tiroteo fue un engaño gigante (“giant hoax”) o una invención de los medios y los políticos. Incluso llegó a decir que los padres de las víctimas eran actores contratados para llorar en televisión.
El jurado alcanzó el veredicto luego de dos semanas de juicio en Austin, Texas.
Neil Heslin y Scarlett Lewis, padres separados del asesinado Jesse Lewis, de seis años, testificaron que los seguidores de Jones los acosaron y les enviaron amenazas de muerte durante años con la falsa creencia de que los padres estaban mintiendo sobre la muerte de su hijo.
Federico Reynal, abogado de Jones, reconoció durante su alegato final que Jones e Infowars informaron “irresponsablemente” sobre Sandy Hook, pero dijo que su cliente no era responsable del acoso.
El juicio llamó la atención nacional porque en el último interrogatorio, el abogado de las víctimas sorprendió a Jones con una serie de mensajes inéditos que salieron de su propio celular, los cuales fueron enviados por error por el equipo de defensa del comunicado.
Al responder preguntas en el estrado, Alex Jones reconoció que el tiroteo fue “100 por ciento real” y creció sus disculpas a los padres. El abogado defensor calificó la disculpa como poco sincera.
