Cuauhtémoc Blanco fue un ídolo de multitudes, salió de Tepito, uno de los barrios más tradicionales y “bravos” en el centro de la Ciudad de México, para convertirse en uno de los mejores futbolistas en la historia de México.
Con el 10 siempre en la espalda, Blanco Bravo fue un referente en el América y la Selección Mexicana, incluso está en el top tres de máximos goleadores en ambos equipos.
Tan pronto como colgó los botines, el exfutbolista saltó a la política e inesperadamente el cariño que recibió en la tribuna se trasladó a las urnas.
El mismo año en que se retiró del futbol profesional, en 2015, Cuauhtémoc Blanco fue candidato a alcalde de Cuernavaca, en Morelos, donde ganó las elecciones abanderado por el Partido Social Demócrata (PSD).
Tres años después, apareció en las boletas como candidato a la gubernatura de Morelos, bajo los logos de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES).
Arrastrado por las olas de la 4T, Cuauhtémoc Blanco se convirtió en el gobernador de Morelos con el 52.5% de los votos.
El ex americanista no ha estado lejos de los escándalos, como la vez que se fotografió con supuestos líderes del narcotráfico en Morelos o los constantes permisos y vacaciones para viajar al extranjero o participar en eventos deportivos.
Ni que decir de su patrimonio, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) e incluso la propiaFiscalía de Morelos, han puesto el ojo sobre el ex seleccionado nacional.
En Infobae México hicimos una revisión de la declaración patrimonial de Cuauhtémoc Blanco como parte de la saga “La riqueza de los gobernadores”.
La declaración patrimonial en Blanco
Como gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco ha presentado dos declaraciones patrimoniales, una en 2021 y otra en 2022, así lo señalan registros de la Secretaría de la Contraloría de la entidad.
Ambos documentos, llenados por el propio mandatario morelense, tienen una constante: no muestran el patrimonio completo de Blanco Bravo.
La última declaración patrimonial del gobernador de Morelos, con fecha del 18 de mayo de este año, solo suma dos páginas.
La primera página y media es sobre las credenciales de Cuauhtémoc Blanco: los datos generales de su función pública, es decir, puesto, función y fecha de toma de posesión; datos curriculares, donde muestra que solo terminó la secundaria, y experiencia laboral, en el que incluye su paso por el futbol y la alcaldía de Cuernavaca.
En la media página restante, el mandatario de la 4T suma sus ingresos, en donde solo menciona su salario como funcionario público, un sueldo anual de un millón 165 mil 382 pesos; así como sus “Beneficios privados” en el que colocó la leyenda “ninguno”.
En su declaración patrimonial, Cuauhtémoc Blanco no colocó ingresos privados, inmuebles, vehículos, bienes muebles, inversiones y cuentas en el banco, así como adeudos, préstamos, participaciones en empresas o cualquier otro tipo de conflicto de interés.
En el documento del 2021, con la fecha del 31 de diciembre de ese año, el gobernador repitió la misma receta. Únicamente agregó una página con una nota en la que menciona que el sueldo que colocó en la parte de ingresos no cuenta la reducción de impuestos. Nada más.
La cacería contra Cuauhtémoc Blanco
A finales de abril pasado, la Fiscalía de Morelos solicitó al Congreso local el desafuero de Cuauhtémoc Blanco para que sea juzgado por diversos delitos que ha sido denunciado.
El vicefiscal Anticorrupción de Morelos, Edgar Núñez Urquiza, fue quien acudió al Congreso de Morelos a presentar la solicitud de desafuero.
Núñez Urquiza explicó que hay al menos tres carpetas de investigación contra el mandatario morelense: la primera por ejercicio ilícito de funciones y falsificación de documentos; seguida por una de fraude procesal y falsificación; y la tercera por enriquecimiento ilícito y falsedad de declaración ante una autoridad.
En esta última denuncia también están involucrados familiares y personas cercanas de Cuauhtémoc Blanco como sus medios hermanos Ulises y Ricardo Bravo, su primo Edgar Riou y su amigo Jaime Tamayo.
En respuesta, el Gobierno de Morelos publicó un comunicado en redes sociales donde se dicen abiertos y dispuestos a colaborar con las investigaciones acotando que “el que nada debe, nada teme”.
En la misma publicación, la administración de Cuauhtémoc Blanco aseguró que se trata de una acusación infundada y señaló al fiscal anticorrupción, Juan Salazar Núñez, de haber sido impuesto por su antecesor, Graco Ramírez.
El desafuero contra el gobernador de Morelos está en manos de los legisladores morelenses, quienes han avanzado lento en el proceso.