El desperdicio de comida es uno de los grandes problemas de la actualidad. Gran parte de ese desperdicio surge a raíz de que los alimentos caducan en los estantes de los supermercados, en su mayoría lácteos y panes.
Ante esta problemática, han surgido diversas aplicaciones que convierten estas pérdidas en ingresos. Apps como Kigüi, Too Good To Go, Nice To Eat You, Encantado de Comerte y Olio están luchando por reducir la pérdida de alimentos en el mundo.
“El desperdicio no es problema de los supermercados, sino de las empresas y de los consumidores, así que creamos un incentivo que resultara atractivo para ambas partes: tener menos pérdidas por productos caducados y comprar comida a menor precio”, dijo a El Sol de México Mauricio Kremer, co fundador de Kigüi.
De acuerdo con estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de mil 300 toneladas de comida se desperdician alrededor del mundo cada año.
Algunas de las zonas con más desperdicio son Asia central y Asia Meridional, las cuales reúnen más del 20 por ciento de esta pérdida.
Aunque los alimentos que más se desperdician en el mundo son frutas, tubérculos y lácteos, en México la carne de cerdo, res, pollo, pescado y la tortilla son los que se tiran con mayor frecuencia, de acuerdo con datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados.
Si bien las principales razones por el desperdicio de alimentos son visibles hoy en día, algunas otras no tienen la atención que deberían, como es el caso de la caducidad de los productos.
“Los supermercados muchas veces no tienen noción de los productos que ya caducaron porque los productos los tienen registrados por unidades, no por fecha de caducidad, lo que hace muy difícil el manejo de estos productos y el acomodo que se les va a dar en anaquel”, puntualizó Kremer.
La ONU estima que el 13 por ciento de los alimentos que terminan en la basura en el mundo provienen de almacenes comerciales o anaqueles de supermercados.
Muchos de ellos se quedan en los estantes porque no cumplen con estándares estéticos, sin embargo, la fecha de caducidad es otro de los factores por los que la gente no se lleva dichos productos a casa.
Sin embargo, los supermercados también llevan acciones dentro de sus instalaciones con las que pretenden vender productos cercanos a vender; juntando los productos que están desde uno hasta siete días antes de su vencimiento en anaqueles en donde los anuncian hasta con un 50 por ciento de descuento.
De acuerdo con Mauricio Kremer, fijarse en la fecha de caducidad de los productos es uno de los primeros pasos para reducir el desperdicio de alimentos.
“Saber la fecha en que caducan los productos que compramos tiene múltiples beneficios, aparte de reducir el desperdicio nos ayuda a diferenciar productos que nos pueden hacer daño y que seguimos consumiendo. Por ejemplo el refresco; mucha gente lo consume caducado porque nunca nos fijamos en su etiqueta, pero el consumo de este tipo de productos después de su caducidad puede traer daños a la salud”, explicó Kremer.
Ante dicha situación han surgido proyectos alrededor del mundo que informan sobre los productos, otorgan beneficios económicos a los compradores y reducen el desperdicio alimentario en el planeta.