El Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y SIDA (CENSIDA) ingresó únicamente a cuatro mil 630 pacientes sin seguridad social a tratamiento de hepatitis C de los 20 mil 557 que tenía programados en 2021, es decir, 15 mil 927 se quedaron sin atención, informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el primer informe de resultados de fiscalización a la Cuenta Pública en 2021, la ASF especificó que respecto al tratamiento de hepatitis C, el CENSIDA no informó sobre las metas correspondientes para 2021, lo que era necesario para medir su avance.
En cuanto a los pacientes sin seguridad social identificados con prueba diagnóstica positiva a VIH/SIDA, se detalló que solamente 16 mil 134 se incorporaron al programa de atención y antirretrovirales de los 23 mil 709 casos reconocidos. Sobre esto, CENSIDA justificó que “se debe considerar el impacto de la pandemia de Covid-19”.
Sin embargo, el análisis por entidad federativa reflejó que en 2021 ninguna de las 32 entidades logró lo programado en cuanto al número de pacientes para ingresar al tratamiento por VIH/SIDA. El estado más afectado fue Guerrero, en donde ingresaron 358 pacientes de los tres mil 466 casos, equivalente a 10.3 por ciento.
Por otra parte, de las 37 mil 303 personas positivas a sífilis no se acreditó ninguna prueba diagnóstica para confirmar el padecimiento, a lo que el CENSIDA informó que “no aplica en virtud de que el centro no realiza la programación de personas con sífilis adquirida en tratamiento y no se cuenta con información sobre las personas en tratamiento por este padecimiento”.