Estar en el santuario de las Luciérnagas de Piedra Canteada en el municipio de Nanacamilpa, en el estado de Tlaxcala, es trasladarse a un sueño, a un maravilloso paisaje donde los sentimientos se ponen a flor de piel, ya que se puede experimentar emoción e ilusión. El mirar las luciérnagas en medio de un paisaje boscoso genera una ilusión y se crea una atmósfera llena de magia, por lo que el espectáculo se vuelve único e irrepetible.
De esta forma, del 15 de junio al 15 de agosto se podrán apreciar estas luciérnagas únicas en su especie. Aurelio Hernández López, representante de la Asociación de Guías en este santuario, detalló los aspectos que forman parte del proceso de reproducción de estos insectos, un espectáculo de luz que traslada a los visitantes a uno de los senderos más especiales de Tlaxcala.
Para disfrutar de este fenómeno natural se requiere de una hora y media, pues una vez en el santuario los visitantes pueden ver cómo aparecen poco a poco las luces verdes que emiten los insectos. En este bosque denominado Piedra Canteada, zona protegida con árboles como pinos, oyameles y encinos, los curiosos pueden perder todo contacto con el exterior. Al llegar al lugar, desde el camino, los habitantes y vigilantes saludan a los turistas y explican el proceso a seguir para ingresar al lugar, incluso aclaran que después de las 19:30 horas nadie más puede ingresar, pues será hasta las 22 horas cuando los visitantes podrán retirarse.
Aurelio Hernández López destacó que más de 40 personas se dedican a la tarea de explicar la experiencia. Compartió que en 1997 se descubrió la naturaleza que posee esta zona, así como el espectáculo que brindan los insectos, lo cual se consideró que “podría ser un gran producto turístico”. Sin embargo, fue hasta 2010 cuando comenzó este sueño. “Lo que hemos aprendido es que las luciérnagas siempre han estado aquí, incluso antes que nosotros. En 1997 se descubrió la especie y pasaron muchos años.
Hasta 2010 se convirtió en un atractivo para los visitantes, por ello nos empezamos a organizar y capacitamos a los guías, la infraestructura, los senderos y conformamos los servicios, como es el de cabañas y restaurante”, destacó. Aurelio relató que en 2009 los socios decidieron hacer la Feria de los Hongos Silvestres, sin embargo, la jornada se extendió y permanecieron en el lugar hasta la noche. En ese momento, los visitantes que seguían presentes comenzaron a contemplar el fenómeno de cortejo de las luciérnagas, por ello surgió la idea de realizar el avistamiento de esta especie e inició el camino: “No sabíamos nada de esta especie y es endémica, ha tomado gran relevancia, por lo que tuvimos que tomar cursos y capacitación de su ciclo de vida”. Asimismo, señaló que los vecinos cuentan con una capacitación en logística, manejo de grupos, del ciclo de vida de la especie, parte social y cultural de la región, así como la parte biológica, física del bosque y de primeros auxilios.
De igual forma, Aurelio explicó que para ser un guía se necesita cumplir con la mayoría de edad, estar capacitado y ser sociable con los visitantes, pues es uno de los requisitos más importantes, toda vez que se busca que la experiencia sea grata y placentera.
El representante de los guías destacó que la persona que está al frente de un grupo tiene que aplicar el reglamento, como es que los visitantes no se salgan de los senderos, no toquen la flora del santuario, así como no pisar a las luciérnagas, no hablar con voz alta y, si es posible, evitar la comunicación y no encender las luces de los celulares, ya que este punto es fundamental, pues “se espantan y no se reproducen”.
