A través de sus redes sociales, el AICM dio a conocer que el vuelo 404 de Aeroméxico, mismo que llevaba como destino la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos, se vio orillado a regresar a la Ciudad de México por precaución, pues durante los primeros minutos recibió el impacto de un rayo, aunque ello no representó una emergencia.
Alrededor de las 21:33 horas aterrizó en la Ciudad de México de nueva cuenta sin mayores contratiempos de acuerdo con la publicación del aeropuerto capitalino, y prometieron que se reanudaría muy pronto. “Sugerimos estar en contacto con la aerolínea”, apuntaron finalmente.
Hasta el momento, las autoridades de la aerolínea no han hecho ninguna precisión al dato del AICM a través de alguna vía pública. Luego de las revisiones correspondientes, sus viajeros pudieron salir de nuevo.
Mediante aplicaciones de rastreo de vuelos se informó que el vuelo de Aeroméxico AMX404/AM404 partió este martes del territorio capitalino en punto de las 11:44 de la noche, 6 minutos antes de lo planeado. Se tenía planeado su aterrizaje en punto de las 04:55 de la mañana en el Aeropuerto Internacional John F Kennedy.
Se trata de un Boeing 737 MAX 8 que alcanza una velocidad de hasta 819 kilómetros por hora a una altitud de 11 mil 280 metros. Los aviones, incluidos este modelo, son altamente resistentes a los rayos de acuerdo con diversas asociaciones e instituciones.
Los aviones fueron hechos para resistir rayos
A través de la FAA, se han publicado diversos estudios en los que se habla de las características de diseño necesarias en los aviones para que éstos resistan los rayos.
De acuerdo con uno de los informes, si los aviones no cuentan con materiales compuestos en su estructura como pueden ser las fibras de carbono, compuestos de fibra de vidrio o aramida, entre otros, el impacto de un rayo puede provocar múltiples problemas como inducir alta corriente y voltaje de rayos en tubos hidráulicos metálicos, tubos del sistema de combustible y cableado eléctrico.
Para regular esta clase de materiales en los aviones existe un manual de protección contra rayos publicado por la propia FAA y que data de los años 90. Es decir, la eficacia de la protección contra rayos debe demostrarse mediante evaluaciones y análisis respaldados por pruebas.
Las partes más importantes que deben contar con protección contra rayos son las estructuras de los aviones y la integridad de la misma, los sistemas de combustible donde se busca evitar que se creen fuentes de ignición como las chispas, entre otras.
Los aviones cuentan con múltiples manuales para que puedan resistir los rayos desde su construcción Foto: CUARTOSCURO/MARIO JASSO
Por último, es necesario que las aeronaves cuenten con protección contra rayos para los sistemas eléctricos y electrónicos con el objetivo de evitar la inducción de altas tensiones y corrientes en el cableado de los sistemas cuya volcadura o daños podrían afectar la operación segura de la aeronave.
Esta es la parte más crítica, pues podrían llegar a fallar funciones elementales para el avión como los controladores de vuelo e incluso los controles de motor, lo que podría ser fatal.
Es gracias a estos manuales, reglas y pruebas que los aviones, aunque reciben el impacto de por lo menos un rayo cada mil horas de vuelo, pueden resistirlos con daños estructurales menores, e incluso continuar su ruta y, en otras veces, como la vista en México, regresan a los aeropuertos para ser analizados.