Los abogados de varios funcionarios estadounidenses dijeron el martes a una corte que planean pedir que se desestime la demanda que el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán interpuso contra ellos por tratamiento “cruel e injusto” en la cárcel de Colorado en la que se encuentra.
Los abogados que representan a los demandados –entre ellos el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, y el director de la Oficina de Prisiones, Michael Carvajal– informaron a la corte federal de Colorado que pedirán desestimar la demanda de Guzmán porque la Corte Suprema y otros tribunales de apelaciones ya han rechazado en el pasado los mismos alegatos de duras condiciones en prisión que ahora hace Guzmán.
El mexicano de 64 años fue extraditado a Estados Unidos desde México en enero de 2017 y, tras ser sentenciado a cadena perpetua por tráfico de drogas y por liderar una empresa criminal en 2019, fue enviado a la cárcel de máxima seguridad ADMAX, en Florence, Colorado.
Guzmán, uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, dirigió el cártel de Sinaloa, responsable de traficar cocaína y otras drogas a Estados Unidos, durante más de 25 años, de acuerdo con los fiscales estadounidenses. Su “ejército de sicarios” tenía la orden de secuestrar, torturar y matar a cualquier persona que se interpusiera en su camino, asegura Estados Unidos.
En México, Guzmán se convirtió en una leyenda tras fugarse dos veces de la cárcel, lo que le dio una imagen de ser invencible ante las autoridades.
El año pasado el mexicano interpuso la demanda contra Garland, Carvajal y otros, alegando que está sufriendo psicológicamente debido a cómo es tratado en ADMAX, aislado de cualquier ser humano y de cualquier oportunidad de realizar alguna actividad en la cárcel.
“He sufrido mucho en confinamiento solitario. Mi tensión sanguínea se ha disparado, lo que me provoca dolores de cabeza y ansiedad. A veces me olvido de cosas,” escribió Guzmán en su demanda.
El mexicano también dijo que funcionarios de la cárcel cada día entran a su celda para examinarla de arriba abajo, que quiere aprender inglés pero que no le dejan y que no tiene acceso a la biblioteca ni a ningún trabajo.
En siete páginas en las que habla en primera persona, “El Chapo” también se queja de que tardan mucho en darle productos de limpieza para poder limpiar su celda y de que no recibe suficiente comida.
“Me sirven porciones muy pequeñas y a menudo me quedo con hambre,” escribió.
Guzmán también alega que sólo puede comunicarse con su madre, una de sus hermanas y sus hijas mellizas de 10 años, en dos llamadas al mes de 15 minutos cada una.
“Desde que llegué a Estados Unidos no he podido hablar con mi esposa,” escribió.
También explicó que sólo le dejan reunirse con sus abogados esposado de manos y pies, lo que dificulta que pueda leer documentos cómodamente, y que se ignoran sus pedidos de atención médica.
“No hay tijeras para cortar uñas en la tienda (de la cárcel), lo que fuerza a los presos a compartir las mismas. Tras desarrollar hongos en una uña de mi pie derecho pedí a ADMAX que desinfecten las tijeras entre uso y uso, pero mis pedidos han sido probablemente ignorados porque ahora tengo hongos en el pulgar de mi mano.”
Los abogados de los demandados por Guzmán pidieron el martes a la corte de Colorado que les permita presentar un pedido para desestimar la demanda de 25 páginas en lugar de las 15 que normalmente son permitidas.