La activista y defensora de los derechos de las comunidades indígenas Patricia Rivera Reyes, fue asesinada dentro de su casa en el fraccionamiento Terrazas del Valle, en Tijuana, Baja California.
Ocurrió aproximadamente a las 11 de la noche del sábado cuando por lo menos tres hombres armados vestidos de negro y encapuchados ingresaron a la casa de la activista donde había una reunión.
Primero arrebataron las pertenencias de las personas que ahí se encontraban y después realizaron varios disparos.
Una llamada al número de emergencia 911, alertó a los cuerpos de seguridad.
Al llegar encontraron a dos personas lesionadas, una de ellas sin vida, la activista Patricia Rivera Reyes de 61 años de edad y otra gravemente herida, un catedrático del Instituto Tecnológico de Tijuana quien fue trasladado de emergencia a un hospital.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió un comunicado donde condenó el asesinato de la activista y exigió a las autoridades el esclarecimiento de los hechos y recordó que, cualquier atentado a las personas defensoras de derechos humanos, es un agravio a la sociedad.
Para la representante del Instituto de Defensa Estratégica de Derechos Humanos, este hecho es una muestra clara del incremento de la inseguridad en Tijuana.
“Eso denota la necesidad de que, no solamente haya reformas en las leyes que existen actualmente, sino que, esa aplicación se lleve a cabo. Lo que está mostrándose con este tipo de homicidios que, debería considerarse probablemente feminicidios es que, cada vez está creciendo cada vez más la violencia y es más brutal”, mencionó Reyna Ramírez Oropeza, del Instituto de Defensa Estratégica de Derechos Humanos.
Hasta el momento, no hay personas detenidas por este hecho, así como una postura oficial por parte de la fiscalía general del estado.
