l 72% de las mujeres mayores de 15 años son madres, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Sin embargo, la especialista en estudios de género Elvia González del Pliego insiste en que, aunque la mayoría de las mujeres practiquen la maternidad no lo hacen por las mismas razones o en las mismas circunstancias:
“Hay diferentes maternidades, pero la constante es que traen consigo un trabajo de cuidados que no siempre compartimos con otra persona. Entonces muchas veces la maternidad, además de ser un gusto y algo que haces por amor, también conlleva una sobrecarga en tu vida, porque terminas haciendo dobles o triples jornadas de trabajo”.
Estos trabajos de cuidado extenuantes también provocan que las madres tengan menos tiempo para ofrecer al mercado laboral, por lo que tienden a preferir alternativas laborales flexibles para no desatender sus labores de cuidado. Esto lleva a que el 58% de ellas estén empleadas en la informalidad y el 28% busquen emplearse por cuenta propia.
Según el reporte “Radiografía de las madres en la economía” del IMCO, el 50% de las mujeres con uno o dos hijos trabajan en la informalidad y esta cifra aumenta un 37% (para llegar al 87%) en las mujeres que tienen más de seis hijos.
La experta asegura que un factor importante es que las empresas no ofrecen ni los recursos necesarios ni facilidades atractivas para las madres trabajadoras.
“En las empresas no hay políticas ni de conciliación de la vida laboral, personal y familiar, ni tampoco una política que establezca la corresponsabilidad”, puntualiza González del Pliego, la también investigadora de la Universidad Iberoamericana.
Facilidades para las madres trabajadoras como contar con una sala de lactancia o tener la posibilidad de hacer home office, según la edad del bebé, son las más usuales y poco más de la mitad de las empresas mexicanas las lleva a cabo (55% y 54% respectivamente), según el ranking PAR 2021 de Aequales.
Sin embargo, una medida clave para atraer al talento femenino en las empresas es contar con guarderías dentro del espacio de trabajo, y apenas 17% de las empresas las tienen, según datos de la misma fuente. De igual manera, tan solo 20% cuenta con grupos de apoyo para madres y apenas el 17% para padres.
Aequales afirma que considerar las mismas oportunidades para padres y madres de familia es indispensable para promover la corresponsabilidad en el hogar, sentencia que ratifica la experta en género:
“Aún hoy cuando un padre pide permiso para llevar a su hijo al dentista todavía hay quién le contesta ‘¿y tu esposa?’ como asumiendo que le toca a ella”, ejemplifica González Del Pliego.
Para Elvia, la “romantización de la maternidad” es un tema que debería preocuparnos a todos. Ella considera que una contribución del Estado podría ser sancionar la publicidad que refuerce el rol de la maternidad como mandato en las mujeres.
“Por el contrario, se tendría que fomentar algún tipo de estrategia mediática que reconozca otras maternidades y que genere mucha conciencia de las paternidades responsables”, dice.
Asimismo, enfatiza en la importancia de pensar en las diferentes maternidades que viven las mujeres y las necesidades específicas que tienen:
“Hay muchísimas madres que no la están pasando bien, entonces […] yo hablaría de la corresponsabilidad en el hogar y la responsabilidad que todavía hace falta cumplir para con esas madres”, destaca González del Pliego.